En el denominado trimestre verde, los productores sojeron le vendieron a la autoridad monetaria divisas por un total de u$s10.500 millones
El dólar planchado, las tasas de interés más altas, la suba en el precio de la soja y las expectativas de que, en el futuro, la cotización de la oleaginosa podría caer por un aumento de la oferta de Estados Unidos se combinaron entre abril y junio pasados para que los exportadores del agro aceleraran la liquidación de divisas y ayudaran al Central a sumar reservas.
Los sojeros liquidaron u$s 10.500 millones en el llamado «trimestre verde», en línea con lo que habían vendido en el mismo período del año pasado, según precisaron en la consultora AMF Economía, de Andrés Méndez, pero sólo una quinta parte quedó en las reservas del organismo oficial. El stock aumentó u$s 2.263 millones y quedó en u$s 29.270 millones.
El Banco Central logró con esto revertir la raquítica acumulación de dólares que venía mostrando en los últimos meses. Si bien mostró, así y todo, las grandes necesidades de divisas que todavía percibe por la importación de combustibles y energía y el pago de deuda en moneda extranjera. Sólo uno de cada cinco billetes que compró la institución quedó como ahorro en sus arcas.
Los analistas explican que el sector agropecuario liquidó con más rapidez en junio, una vez que la decisión de Juan Carlos Fábrega de mantener una suerte de convertibilidad a $ 8,15 desalentó las expectativas de devaluación. En este escenario de precios de la soja a la baja, ante la disyuntiva de vender o retener desde el campo, los productores se inclinaron más por la primera opción.
En el sector agropecuario estiman que, con los valores de soja en Chicago en torno a u$s 520 la tonelada, podrían ingresar al país u$s 27.000 millones. Pero que, de darse una baja significativa en la cotización, la entrada de divisas para la Argentina sería menor.
El segundo semestre, estacionalmente más complicado para el Gobierno en materia cambiaria, podría mostrar mejores señales esta vez si el litigio de la deuda con los holdouts tiene un feliz desenlace.
«El Banco Central movió el tipo de cambio en la primera semana de junio sólo un 0,7%, hasta los $ 8,13 por dólar mayorista, y luego lo dejó fijo hasta fin de mes (…) Esperamos que el tipo de cambio oficial acelere su ritmo de depreciación y se ubique en torno a $ 9,30 para fin de año», comentaron en la consultora Econviews, de Miguel Kiguel.
«Respecto de la evolución de las reservas internacionales, esperamos que finalicen el año en torno a u$s 30.000 millones. En un escenario donde se termina de resolver el conflicto con los holdouts, debería haber una entrada de capitales que ayude a mantener las reservas en torno a estos niveles», completaron.
La resolución del conflicto con los fondos buitre permitiría al Gobierno el acceso a los mercados internacionales y aseguraría una mayor oferta de divisas en el mediano plazo. Para el economista Federico Muñoz, la City local confía en que, más allá del discurso y de las hostiles solicitadas del Gobierno, Cristina acatará el fallo de la Justicia de los Estados Unidos y se evitará el : «En la última semana, los bonos argentinos sostuvieron la mejora de las cotizaciones lograda tras el discurso de la Presidenta en Rosario que sugería este curso de acción», comentó en su último informe, según Ambito.
Fuente: iProfesional