Luego de 36 días de agonía, Cristian Knack murió ayer a las 14.30 en el Hospital Madariaga de la ciudad de Posadas, tras ser desconectado del respirador artificial que lo mantenía con vida, luego de ser corroborada su muerte cerebral. El joven, de 25 años, era el último sobreviviente del brutal asalto que sufrió junto a sus padres y su hermana de 12 años en Panambí, cuando un grupo de cinco delincuentes prendió fuego la casa, el 25 de mayo pasado.
Desde entonces Cristian Knack se venía recuperando muy lentamente, ya que había ingresado en el hospital con el 70% del cuerpo quemado. Había logrado relatar a funcionarios judiciales lo sucedido aquella tarde en la localidad de Panambí. Pero el pasado jueves el joven tuvo un paro cardiorrespiratorio; luego de 35 minutos lograron reanimarlo, pero volvió al coma farmacológico con un diagnóstico de extrema gravedad.
A las 8.30 de ayer Cristian volvió a tener otro paro; luego de que un electroencefalograma corroboró que no tenía ningún tipo de actividad neuronal, a las 14.30 sus familiares decidieron desconectarlo. Luego de enterarse de esta noticia, su hermano, Carlos «Nano» Knack, el único miembro de la familia que se salvó, porque en ese momento no estaba en su casa, decidió donar los órganos de Cristian.
El ministro de Salud de Misiones, Oscar Herrera, dijo a LA NACION que el gobernador, Maurice Closs, «está muy al tanto del caso y espera que se encuentre a los dos prófugos lo antes posible». Hasta el momento hay tres detenidos y procesados; Cristian logró confirmar que uno de ellos, Julio Paz, estuvo en su casa la tarde del inconcebible ataque.
«Por suerte, Cristian logró recuperar la lucidez el martes pasado por 48 horas y hablar ante la Justicia. Estuve presente en ese momento; él pudo hacer la denuncia y brindó información contundente, que ahora está a disposición de la jueza», comentó el ministro de Salud. Además, dijo que durante la declaración Cristian estaba muy tranquilo y prefirió dar todo su testimonio en un día para que se esclarezca cuanto antes el asesinato de su familia..
Fuente: LA Nación