Un quinteto de pilotos que anima las carreras en el país Matías Rossi, Néstor Girolami, Agustín Canapino, Facundo Ardusso y Mariano Werner charlaron con Clarín sobre la competitividad que existe en las categorías más importantes, alternar compañeros de equipo, tener poco descanso y cómo hacer más atractivo al automovilismo argentino.
Semana a semana se encuentran en las distintas pistas y categorías. Matías Rossi, Agustín Canapino, Facundo Ardusso, Mariano Werner y Néstor Girolami conforman indiscutiblemente un quinteto de grandes protagonistas del automovilismo argentino.Principales representantes de una generación intermedia entre los experimentados “patriarcas” y los hambrientos “lobos” jóvenes, están en su plenitud y tratan de aprovecharla. De su presente charlaron con Clarín en una producción especial.
“Pensar que cuando corro todos los fines de semana quiero un descanso y este fin de semana, que lo tuve, extrañé las carreras ”, reconoció Werner. El entrerriano es uno de los pilotos con agenda completa. “Es cierto que cansa un poco, pero te genera un feeling especial y es bueno cuando las cosas te salen bien”, estimó. A su opinión, Rossi y Canapino, otros sin domingos libres, agregaron: “ No importa que uno corra en dos o tres categorías; lo importante es tener buenos equipos” En la otra vereda, tal vez porque la practican, Ardusso y Girolami defendieron la teoría de correr únicamente en dos categorías. “Es lo ideal, porque te mantiene en actividad sin saturarte y te queda un fin de semana para descansar ”, argumentó Ardusso. Mientras que Girolami fue más amplio: “Hice tres categorías y ahora hago dos, porque me parece que es lo mejor. De esa manera uno puede aprovechar bien el poscarrera y analizar lo que pasó.” Correr todos los fines de semana enfrenta a los pilotos con particulares situaciones, como las de competir en una categoría contra quien en otra es su compañero. “Lo veo como un rival más a quien tengo que ganarle”, coincidieron todos menos Rossi, simplemente porque ninguno de sus compañeros de equipo (Guerrieri, Llaver, Calamari, Mungi y Campanera) corre en otra categoría.
El tema de la competencia se incrementa cuando ambos están en un mismo equipo que además pelea por el título, como ocurre en el Súper TC 2000 con Canapino y Girolami (Peugeot) y con Ardusso y Werner (Fiat). Y adquiere matices ásperos si entre ambos, como ocurre con Canapino y Girolami, la relación personal no es buena.
“No somos amigos pero tenemos una buena relación profesional, porque lo importante es el equipo”, aclaró el Bebu en palabras que repitió Canapino, quien en cambio separó los tantos al referirse al Top Race V6, la categoría que también los enfrenta, pero en diferentes equipos. “Ahí tenemos más libertad y cada uno corre por lo suyo”, dijo Agustín.
La situación del automovilismo argentino fue un tema que obviamente no escapó al análisis.
“Lo veo un poco apagado y tal vez dependa de la situación económica”, señaló Werner antes de precisar que “hay demasiadas categorías, pero al mismo tiempo falta una más potente de monopostos para acompañar a la Fórmula Renault”. Y siguió su análisis: “ Hay demasiados circuitos.
Tendría que haber sólo diez, pero como Río Hondo. Un buen circuito ayudaría a que haya carreras con más sobrepasos”.
La posta de espectáculos aburridos como causante de cierto desinterés del público la tomó Rossi, al considerar que “para tener carreras más atractivas y con mayores sobrepasos, hay que diagramar circuitos con zonas como las horquillas del Zonda o del Gálvez”.
“ El automovilismo argentino está en un momento recesivo, como el país, porque indudablemente es un deporte caro y la situación económica afecta”, apuntó Girolami antes de agregar que “tampoco las carreras salen atractivas, salvo alguna bajo la lluvia o con caraterísticas especiales. Con los autos técnicamente muy parecidos, cuesta avanzar”.
Girolami reiteró el tema de “la abundancia de categorías”, aunque recordó que “siempre las hubo, pero ahora corren todos los pilotos y esto hace que la gente los vea siempre, pero no los identifique con ninguna marca, porque corren con una distinta en cada categoría”. Entró nuevamente en acción Werner para hablar sobre el tema del mismo piloto con distintas marcas y recordar su “rara” situación de ser piloto oficial de Fiat (Súper TC 2000) y Peugeot (Turismo). “No es lo mejor, pero la aceptamos porque es nuestro trabajo”, argumentó “Sin ser malo, no es el mejor momento del automovilismo”, estimó Ardusso, antes de instar a “trabajar entre todos con nuevas propuestas para reconquistar a la gente que por distintos motivos se perdió en los últimos años ”.
De cara a lo que vendrá en los próximos meses, todos conservan el sueño de ser campeones en todas las categorías en las que corren, pero sin desconocer lo dificultoso de la misión. “¿Por qué no?”, se preguntó Ardusso, que sólo pidió cortar su serie de abandonos en el Súper TC 2000. “Es mi gran ilusión y para eso tengo el respaldo de dos buenos equipos”, avisó Girolami. “Si ganar un título ya es difícil, imaginate lo que es ganar tres, pero lo intentaremos . Hacerlo sería insuperable”, razonó Werner. “Sería bueno, ¿no?” se entusiasmó Canapino, que necesita enderezarse en el TC. “Es mi gran desafío” reiteró Rossi.
Cinco opiniones. Cinco ilusiones. Todas a fondo. Como andan los fines de semana en las pistas.
Fuente: Clarín