La producción industrial cayó 4,9% en mayo y acumula diez meses consecutivos en baja

Más allá de la crisis automotriz, otras ramas fabriles también muestran resultados negativos; pesimismo entre los empresarios

Lejos de mostrar un repunte, la industria manufacturera tuvo en mayo una caída interanual más pronunciada que en el mes anterior. Si bien una buena parte de esa baja responde a la crisis del sector automotor, varias ramas fabriles muestran un mal desempeño.

El mes pasado, según el Indec, la producción industrial registró una caída interanual de 4,9%, 0,9 puntos mayor que la de abril. Con este nuevo descenso, el décimo consecutivo, el sector acumula una caída de 3,7% en los primeros cinco meses del año frente a igual período de 2013.

Para los privados, las caídas son aún más pronunciadas. Según las estimaciones de FIEL, en mayo la producción fabril cayó 7,9% en términos interanuales y acumula una baja de 4,4% en los primeros cinco meses del año. En tanto, para la consultora Ferreres (OJF), la contracción de mayo fue de 7,4% y la acumulada, de 3,9 por ciento.

El mes pasado, según el Indec, la producción del sector automotor se desplomó 35,3% frente a mayo de 2013. Si bien se trató de la caída más pronunciada, no fue la única: la industria metalmecánica bajó 9,1%, la producción de caucho y plástico se contrajo 2,9%, y la industria textil, 2,5%, entre otros resultados negativos. En tanto, entre los sectores con resultados positivos estuvieron la industria de alimentos y bebidas, que creció 2,8%, la de sustancias y productos químicos (9,7%, principalmente gracias al buen desempeño del sector farmacéutico) y las industrias metálicas básicas, cuya producción creció 5,2% por la mayor producción de acero (7,8%).

Al respecto, el economista jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), Diego Coatz, advirtió que en los próximos meses el sector siderúrgico mostrará crecimientos interanuales más moderados, ya que la base de comparación (la producción en los mismos meses de 2013) será más elevada. Lo contrario, añadió Coatz, podría ocurrir con el sector automotor, que en la primera mitad de 2013 alcanzó niveles récord, mientras que en la segunda parte ya empezó a mostrar resultados negativos. Por tanto, en el segundo semestre de 2014 el sector podría mostrar por lo menos caídas menos pronunciadas.

El plan de créditos ProCreAuto también podría impulsar la demanda y, por tanto, la producción automotriz. Al respecto, el presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), Enrique Alemañy, se mostró optimista: «El plan es muy atractivo y generará una mayor circulación en los concesionarios y una mejora en las ventas respecto a los últimos meses», dijo.

Respecto de los menores despachos de cemento (-12,6%), Coatz señaló que éstos se explican por los resultados negativos que viene mostrando la construcción, mientras que la caída en el sector de maquinaria y equipo responde a la contracción de la inversión en general en un contexto de estancamiento en la actividad.

POCO OPTIMISMO EMPRESARIO

De hecho, más allá de la evolución de sectores específicos, Coatz cree que en el segundo semestre del año los resultados de la industria manufacturera en general dependerán mucho de la situación macroeconómica: «El Gobierno está en una especie de trampa: si impulsa medidas para promover la actividad y el empleo, también va a hacer que suban las importaciones. Por eso la situación con los holdouts, que puede provocar más restricciones externas, es determinante», dijo.

En lo inmediato, los empresarios industriales no se muestran optimistas sobre la evolución del sector. Según la encuesta cualitativa del Indec, el 83,9% de los ejecutivos creía que en junio la demanda interna iba a mantener un «ritmo estable» frente a mayo, lo que, en vista de los resultados de ese mes, ya es una señal de pesimismo. Más aún, el 10,6% preveía una baja en la demanda y apenas el 5,5% proyectaba un aumento. También en lo referente a sus exportaciones e importaciones la mayoría de los empresarios preveía un ritmo estable en junio respecto de mayo, mes en el que el comercio exterior registró una fuerte contracción.

Tampoco hay perspectivas favorables para el empleo industrial, que en el primer trimestre registró una caída. El 95,9% de las empresas no preveía cambios en la dotación de personal en junio, el 3,8% anticipaba una baja y apenas el 0,3% preveía un aumento. Respecto de la cantidad de horas trabajadas, el 83,3% de las empresas anticipaba un ritmo estable, el 13,4% proyectaba un descenso y el 3,3%, un aumento..

Fuente: LA Nación