El polémico arzobispo de La Plata aclaró la «malinterpretación» de su homilía, en la que habla de la comunidad gay. No obstante, defendió el «orden natural del matrimonio entre el varón y la mujer».
«Se filmó ese video bailando y cantando, se sentó en el confesionario, se sentó en la Capilla del Santo Sacaramento y hablando de cosas eróticas. Es una blasfemia», insistió Aguer en declaraciones a Radio 10 y en sintonía con sus últimas consideraciones, en las que tildó de «depravados» a un grupo que filmó un videoclip con contenido sexual en la Catedral de La Plata.
«Dicen que fue para un boliche gay de la ciudad, a mí no me importa», remarcó enérgico apuntando a que el hecho en sí es una «blasfemia» y que sobre cualquier persona que lo hiciera él tendría esa misma consideración.
El arzobispo quiso remarcar su «respeto a todas las personas» y en cuanto al término «depravados», que utilizó para quienes participaron del video, manifestó que «yo no podía decir otra cosa. Yo no hablé de las personas homosexuales, yo dije que las personas que han hecho eso son unos depravados».
«La Ley argentina no contempla las agresionaes a los símbolos religiosos, acá hay un desequilibrio de muchas cosas» se defendió, mientras que en cuanto al rechazo de la comunidad gay ante sus declaraciones, respondió que «lo siento mucho por ellos, pero si las personas que representan hacen esto, no puedo decir otra cosa».
Por otra parte opinó sobre el matrimonio igualitario que «la iglesia está en contra» porque «va contra el orden natural, no solo contra el orden de la iglesia» y agregó «yo no los juzgo, yo juzgo a los que llaman matrimonio a lo que no lo es». «Matrimionio es la uinión del varón y la mujer, eso no es matrimonio. Eso no quiere decir que nosotros no respetemos a las personas», consideró.
minutouno.com