En Córdoba, ante un público escaso e indiferente, cayeron 21-19; cerraron la ventana con señales de involución
CORDOBA.- Cabizbajos, los Pumas se aprontaban a dejar la cancha instantes después de finalizado el encuentro. «esperá, saludemos a la gente», le dijo Tomás Cubelli a Martín Landajo. Por más que quisieron, no pudieron hacerlo. Cuando se dieron vuelta, se encontraron con que no había nadie a quien saludar. Los pocos espectadores que presenciaron ayer la derrota por 21-19 ante escocia ya habían emprendido la retirada, casi indiferentes (como durante todo el partido) a lo que sucedía dentro de la cancha. Ésa es la realidad del seleccionado hoy: un equipo que no contagia, que no entusiasma y que, una vez más, se retira perdedor.
on esta caída, la racha se extendió ahora a tres victorias en los últimos 25 partidos. Más allá del resultado (a diez minutos del final los Pumas ganaban por 19-10), el equipo de daniel Hourcade mostró una involución respecto de los dos primeros partidos de la ventana, ante irlanda. no sólo reiteró falencias profundas en las formaciones fijas e indisciplina en los momentos clave (si hubo una mejora, fue mínima), sino que retrocedió, salvo un par de jugadas intermitentes, en el juego de ataque. Y si bien conservó la intensidad defensiva, cometió errores puntuales que costaron la derrota.
«Podríamos haber ganado y aun así era lo mismo», dijo Hourcade. Se refería al retroceso que evidenció su equipo en cuanto al juego. no es que le dé lo mismo ganar que perder, pero deja en claro que el resultado no es la prioridad. Los nueve cambios respecto del partido anterior «para darles rodaje a todos los jugadores» evidencian igualmente esta afirmación.
unos 15.000 espectadores hicieron lucir el estadio Mario alberto Kempes como una mole gigantesca y desolada, que aumentó la frialdad con que los cordobeses, tierra rugbística por excelencia, vivieron el partido. el instante de emoción que aportó el gran try de joaquín Tuculet -unos minutos le alcanzaron para ratificar que fue el mejor en el balance global de los tres partidos- se convirtió rápidamente en incredulidad primero, ante la impensada reacción de los escoceses, y apatía luego, una vez consumada la derrota.
una postal que se había reiterado en los dos primeros partidos, en Resistencia -el terruño menos afín al rugby terminó por ser el más fervoroso- y Tucumán, de donde se esperaba mucho más por tradición y por la superpoblación de jugadores locales en el equipo. el argumento de que no están todas las figuras no alcanza a explicar esta falta de apoyo. en junio de 2012, por un lado, en un escenario similar, Tucumán y Córdoba fueron sedes de sendos test-matches ante Francia, y en ambas oportunidades la cancha estaba más poblada. además, por el otro, a partir del recambio que propone Hourcade, son escasas las estrellas que le faltan al equipo.
el fenómeno no es propio de este ciclo: ya en el Rugby Championship 2013, tanto en Mendoza como en Rosario la concurrencia había mermado respecto del año anterior. La dificultad para conseguir un triunfo ante alguna de las tres potencias es tanto mayor, lo mismo que hacerlo ante el campeón del Seis naciones. de allí que duela más la oportunidad que se dejó pasar.
aunque los nombres sean los mismos, no es igual tener la camiseta de Pampas XV que la de los Pumas. el mero hecho de ponerse la celeste y blanca, cualquiera sea la circunstancia, califica para ser considerado como Puma. Y este grupo de jugadores también demostró haberse ganado ese honor dejando la piel dentro de la cancha en estos tres partidos. no tienen nada que reprocharse en ese sentido. no es poco, sobre todo cuando la mística parecía haber desaparecido por momentos durante 2013. Pero no alcanza para generar un idilio con la gente. entrar a ganar también debería ser una obligación cuando se viste esa camiseta.
Ésta es la base del seleccionado que jugará el Rugby Championship. diecinueve de los 30 que acudirán a Pensacola a realizar la pretemporada saldrán de este grupo. La prioridad seguirá siendo probar jugadores, y la victoria, siempre factible cuando 15 hombres se visten de celeste y blanco, quedará aún más lejana. Mientras, la gente (¿y los sponsors?) seguirá alejándose del equipo…
Fuente: Cancha Llena