Fuertes críticas del juez Griesa a la Presidenta

Reunió a los abogados del país y de los bonistas; puso en duda la buena fe del Gobierno.
Carmine Boccuzzi, uno de los abogados neoyorquinos de la Argentina, hablaba por primera vez en la audiencia en la sala del juez Thomas Griesa, repleta de personas atraídas por saber si la Argentina, acorralada por los tribunales de Estados Unidos, buscaría una negociación con los fondos buitre para evitar un nuevo default. Boccuzzi no hizo esperar la respuesta. «La Argentina está preparada para negociar con los holdouts», anunció.
Agregó que autoridades del Gobierno viajarán a Nueva York la semana próxima para «intentar resolver la situación» con los fondos NML y Aurelius, principales demandantes de la llamada «saga pari passu», la pelea judicial que ha llevado al país al borde de un nuevo default de su deuda. La audiencia, solicitada por los abogados de NML, ocurrió apenas unas horas después de que la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito levantara la medida cautelar que mantenía congelada la orden de Griesa de pagarles a los demandantes y prohibir cualquier otro pago de la deuda si no se concretaba ese desembolso.

La rama de olivo que llevó Boccuzzi a la sala de Griesa chocó con un fuerte escepticismo de los demandantes y del propio juez, que pusieron en duda la buena fe del país. Se apoyaron en la historia, pero, sobre todo, en el discurso de la presidenta Cristina Kirchner por cadena nacional, tras el rechazo de la Corte Suprema a la apelación argentina. También, en el anuncio de un nuevo canje para cambiar el lugar de pago de los títulos públicos que hizo anteayer el ministro de Economía, Axel Kicillof.

El magistrado, único juez de Estados Unidos que ha seguido la pelea entre el país y los fondos buitre desde el inicio, criticó el discurso de Cristina Kirchner, en particular el tramo en el cual la mandataria hizo referencia a una «extorsión» al país. Esa frase lo llevó a poner en duda la buena fe y la voluntad de pago del Gobierno. «Tengo que decir que el discurso de la Presidenta fue desafortunado», afirmó el magistrado.

«Eso realmente no me da confianza en un compromiso de buena fe de la República para pagar todas las obligaciones. El discurso de la Presidenta es un problema», sostuvo, categórico. Pareció una frase pulida de antemano, una de las más duras de la audiencia -que se prolongó por un poco más de una hora- y que Griesa soltó de manera pausada ante inversores, analistas, abogados, ejecutivos de los fondos buitre, funcionarios de la embajada argentina y periodistas que colmaron su sala y tomaban nota de sus comentarios.

Durante la audiencia, Griesa mostró su frustración con la Argentina y no se inmutó ante las repetidas menciones de Boccuzzi sobre la voluntad conciliadora del país.

El magistrado no dejó dudas de que un nuevo canje violaría su orden judicial. Más aún, como única orden del día, le dijo al abogado de NML, Robert Cohen, que le había pedido garantías adicionales para asegurar el cobro de la sentencia, que presente una declaración indicando que un canje «está en violación con este tribunal». Dijo que era la única decisión que quería tomar ayer.

Cohen había hecho especial hincapié en el canje como un intento por eludir el fallo del magistrado. Dijo que temían que el Gobierno intentara eludir el fallo, y que el anuncio del canje implicaba que sus «peores miedos» se habían vuelto realidad. Pidió evitar a toda costa que eso suceda y exigió conocer más detalles de la propuesta. «Tenemos que detenerlo», dijo Cohen.

La ofensiva de Cohen contra Cristina Kirchner, Kicillof y el canje hizo eco en Griesa. El magistrado recordó que el Gobierno ha logrado eludir muchos de los fallos que tiene en su contra, habló de «años de intentos frustrados» para ejecutar sentencias que el país ignoró. «Usted puede hablar de negociación, pero tiene que existir un mecanismo legal para prevenir las cosas de las que estoy hablando», dijo el juez.

Boccuzzi intentó quitarle dramatismo al anuncio de Kicillof y llevar la atención a la posibilidad de un acuerdo, al afirmar que «en seis semanas» todo puede estar resuelto, en referencia al 30 de julio, vencimiento final, gracias a una prórroga de 30 días, del próximo pago de la deuda, cuando la Argentina debería pagarles a los holdouts o entrar en default con el resto de sus acreedores.

Cohen insistió en que tanto la Presidenta como Kicillof habían afirmado que no les querían pagar, y le pidió a Griesa que ofreciera más garantías a las contenidas en su orden judicial para asegurar que eso no ocurra. Griesa preguntó si en efecto habían dicho eso. En ese instante, Boccuzzi ofreció la defensa argentina.

«Ellos no han dicho eso», respondió el abogado. «Nada va a suceder sin que vengamos ante Su Señoría. Se están considerando opciones, pero no se han dado pasos», dijo el abogado del estudio Cleary, Gottlieb Steen & Hamilton, al relativizar la opción del canje.

Jay Newman, Senior Portfolio Manager de NML y arquitecto de la pelea judicial con la Argentina, estaba sentado en primera fila. Cuando LA NACION le preguntó si estaba dispuesto a reunirse con los funcionarios argentinos que llegarían a Nueva York en busca del acuerdo que ha intentado por años, respondió: «Por supuesto que sí».
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