La llamada interrumpió la cena familiar. Benjamín López no dudó en atender su celular. Era su hermana la que quería comunicarse con él. Pero se equivocó. La voz de su interlocutor no era familiar. El desconocido que le hablaba desde el teléfono de su hermana le dijo que ella y su cuñado estaban secuestrados y por su liberación exigía el pago de 70.000 pesos como rescate.
Habían pasado pocos minutos de las 21.30 del lunes pasado. En ese momento, Rita López y Eduardo Pulella eran víctimas de una banda de secuestradores que los tenían cautivos en la villa 20, en Villa Lugano.
El matrimonio, según explicaron a LA NACION fuentes judiciales, había sido capturado cuando llegaba a su casa de Chilavert al 6400, en el barrio de Villa Riachuelo, en su automóvil Citroën C3.
Los secuestradores no eran inexpertos. Se sospecha que tres días antes secuestraron a una mujer embarazada de siete meses que liberaron después de cobrar un rescate de 3500 pesos, 900 dólares, dos LCD y una Play Station3. También se investiga si son los autores de otro hecho similar que investiga el fiscal federal de Morón Sebastián Basso.
Después de recibir la primera llamada extorsiva, López hizo la denuncia en el número de emergencias 911. Personal de la comisaría 12a. de la Policía Federal se comunicó con la fiscalía federal de turno.
El fiscal federal Ramiro González y su secretaria Alejandra María, a cargo de la investigación, dieron intervención a la División Antisecuestros de la Policía Federal y ordenaron la intervención de los telefónos de los hermanos López.
Según explicaron fuentes judiciales, hubo una segunda llamada extorsiva. «En esa comunicación, los delincuentes le dieron la orden a López de pagar el rescate en Miralla y la autopista Dellepiane», explicó a LA NACION un detective judicial.
López salió de su casa con un sobre donde guardó $ 20.000 y 3000 dólares. Se subió al primer taxi que pasó por la puerta. Al familiar de la víctima lo seguía de incógnito personal de Antisecuestros.
Cuando llegó al lugar indicado por la persona que había hecho las llamadas extorsivas, López se bajó del taxi. A unos pocos metros de distancia había un joven con una mochila en sus hombros que le hacía señas. Después se sumó otro sospechoso.
«El hombre que tenía puesta la mochila le arrebató el sobre a López y, junto con su cómplice, comenzó a correr. Pero no pudieron ir muy lejos porque fueron atrapados por los detectives de la Policía Federal», informaron fuentes judiciales.
Uno de los sospechosos espetó: «Sé dónde están las víctimas» y condujo a los detectives de Antisecuestros a una casilla de la villa 20, donde encontraron a López y a Pulella. También detuvieron a dos personas que hacían de cuidadores. Eran cerca de las 23.30.
Uno de los sospechosos que fue a cobrar el rescate tiene 14 años y fue derivado a un instituto de menores. Los otros tres, mayores, quedaron detenidos y se negaron a declarar ante el juez federal Marcelo Martínez de Georgi y el fiscal González.
El matrimonio y la embarazada, también secuestrada el viernes pasado en Villa Riachuelo, reconocieron en rueda de presos a uno de los detenidos, dijeron fuentes judiciales..
Fuente: La Nación