Argentina se despidió. ganó y en una semana debuta en el Mundial

La selección se despidió ante el público local con un victoria 2 a 0 ante Eslovenia, en el estadio Ciudad de La Plata, con goles de Ricardo Alvarez, en el primer tiempo, y Lionel Messi, en la etapa final.

Punto final para la preparación. La próxima vez que los jugadores argentinos se calcen la camiseta albiceleste será para enfrentar a Bosnia, en el debut mundialista, el domingo que viene, a las 19, en la capital del carnaval, en la bellísima Río de Janeiro. Allí será la hora de la verdad. La pregunta a esta altura es cómo llega el equipo de Alejandro Sabella a la máxima cita ecuménica. Y en el análisis se puede hablar de una moneda que tiene dos caras. Una que brilla cuando los jugadores van para adelante y otra faceta que tiene poca nitidez, que está deslucida y que aparece cuando el equipo retrocede. Así, a priori, hay una gran virtud y en simultáneo un notorio defecto, que vienen de arrastre, que no son nuevos, pero que evidentemente aún perduran. La expectativa está en ver para que lado cae la moneda cuando comience a rodar la pelota en suelo brasileño. Por lo pronto ayer la selección, con una alineación mixturada, se despidió ante el público local con un victoria 2 a 0 ante Eslovenia, en el estadio Ciudad de La Plata, con goles de Ricardo Alvarez, en el primer tiempo, y Lionel Messi, en la etapa final.

   Lo dicho sobre el debe y el haber que caracteriza a la selección de Sabella excede ampliamente lo que fueron las producciones en los últimos amistosos recientes ante Trinidad y Tobago (3-0) y Eslovenia (2-0). Porque en estos dos partidos de despedida siguieron los mismos defectos que en las eliminatorias. El equipo es temible cuando ataca y asusta un poco cuando defiende. Igual, se sabe que en la previa de los mundiales las garantías absolutas sobre lo que puede rendir una selección no existen. La hoja de ruta previa a Corea-Japón 2002 fue perfecta y la ilusión se esfumó en la primera fase. Y antes, en México 1986, las cosas no marchaban viento en popa, pero el equipo se consolidó durante el mismo torneo y gritó campeón.

   No hay nada que garantice a una selección llegar lejos en un Mundial. Y la formación de Sabella deberá ir forjando su destino frente a los rivales del Grupo F (Bosnia, Irán y Nigeria), que si bien asoman como accesibles la realidad indica que Argentina hoy no tiene el funcionamiento para subestimar a nadie.

   Los cuatro años de espera tras lo que fue la dura eliminación del equipo de Diego Maradona en Sudáfrica 2010, a mano de los alemanes en la ronda de cuartos de final, ya se consumieron y resta apenas una semana para volver a ver en acción a la camiseta argentina en un Mundial. Y el sueño vuelve a estar en marcha porque Lionel Messi puede romper todos los moldes y el resto tiene plafón para pulir los defectos mencionados y amalgamar una alineación confiable.

   El Mundial arranca el jueves con la presentación de Brasil ante Croacia y tres días después saltará a la cancha la selección Argentina. Por eso la emoción y la adrenalina ya comenzaron a correr desde Ushuaia hasta La Quiaca. Rosario no es la excepción y los puestos ambulantes de banderas, camisetas y vuvuzelas invaden cada rincón de la ciudad. La vigilia mundialista ya comenzó. El sueño de alcanzar la gloria también.

Fuente: La Capital