Cuenta regresiva para el comienzo de Brasil 2014. Las marcas se suman a la fiebre mundialista y copan la calle con productos celestes y blancos. Hay mochilas, alpargatas, cornetas, pelotas, gorros, banderas y vinchas.
A una semana del Mundial de Brasil, la fiesta futbolera ya empezó a palpitarse. El cotillón celeste y blanco invadió las vidrieras y ya anticipan que la euforia mundialista triplicó las ventas del merchandising argentino.
La oferta en el mercado para alentar a la Selección es amplia: hay desde chocolates, cotillón y hasta ediciones especiales de grandes marcas de ropa. “Seis de cada 10 personas que entraron a los locales de la marca, compraron o preguntaron por algún tipo de producto de la Selección”, señaló Romina Bazán, gerente de la cadena de marroquinerías Top 3, que adquirió derechos de la AFA. Lo mismo sucede en la Web, donde de las más de 1,5 millón de visitas que recibe mensualmente la empresa, el 35% de los usuarios chequea novedades en la nueva sección de la AFA.
El kit del gorro, la bandera y la vincha es un clásico que se repite en la mayoría de los cotillones. Se suman banderas, bufandas, instrumentos y mucho más. Elementos que este año costarán entre $10 y $120 cada uno según un relevamiento realizado en diferentes locales de Once. Las galeras grandes son las más costosas: pueden superar los $100. Las normales, según el material, se consiguen entre $40 y $85, como las pelucas afro.
El combo completo que incluye sombrero de arlequín, caxirola (la nueva corneta brasileña), bufanda y bandera este año rondará los $125.
Las camisetas parecen ser un lujo reservado para unos pocos: la oficial en 2013 costaba $369 y en estos días los negocios venden la nueva versión a $749.
La fiebre mundialista atrapa a todos. Mariela Mociulsky, directora de la consultora de marketing Trendsity, asegura que “para los argentinos el fútbol es uno de los temas que moviliza multitudes y forma parte de la identidad nacional”. Una de las atracciones para los fanáticos del merchandising son las caxirolas: se trata de las cornetas oficiales que reemplazan a las vuvuzelas utilizadas en Sudáfrica.
Fuente: LA Razón