El rey del vestuario

La salida de Ramón agiganta la figura y el liderazgo de Cavenaghi, y eso no deja resquicio para el regreso de Trezeguet.

Ya no es más el equipo de Ramón. Es el equipo del Cavegol. No sólo para los hinchas, que golpeados por la partida del prócer riojano derramarán sus lágrimas de tristeza en los hombros del ídolo de la resurrección. La figura de Fernando Cavenaghi también se agiganta puertas adentro del Monumental, con la dirigencia y con sus compañeros del plantel. Ahora es mucho más que un capitán: es el dueño absoluto del vestuario. El rey. Hay hechos concretos que marcan el poder del goleador. Ayer Francescoli mantuvo una charla de media hora antes del comienzo del entrenamiento y, posteriormente, D’Onofrio lo endulzó con caricias públicas. “Incorporar a Cavenaghi fue una de las grandes decisiones que se tomaron y estoy feliz de que continúe. Es un gran capitán, un líder referente porque los demás lo quieren, y los lleva con modestia y alegría”, dijo el presidente en un párrafo de la empalagosa conferencia de prensa.

Cavenaghi aún no se repone del golpe. La salida de Ramón lo afectó por la entrañable relación y confianza mutua que existe entre ellos. Sin embargo, el Torito tiene claro que va a defender el lugar que le dio el Pelado en el vestuario y que potenció día a día en este semestre, porque está secundado por Barovero, Maidana y Ledesma, los otros grandes con voz de mando, y porque cuenta con el apoyo unánime del resto. Incluso con el de Leo Ponzio, quien quedó relegado por la ascendencia natural del 9 en el club y por su influencia futbolística en el equipo.

No hay espacio para otro líder en el grupo, es elocuente. Por eso, no hay chances de que Trezeguet encaje en el River post Ramón, por más que el presidente y Enzo miren con agrado su regreso. Si bien el Cavegol y el francés nunca tuvieron un conflicto puntual, entre ellos jamás hubo feeling, principalmente porque David se sumó en la segunda ronda del torneo de la B Nacional y ocupó un rol de referente que se superpuso con el que asumió el Torito desde el primer día del operativo retorno. Y esas diferencias se potenciaron cuando Almeyda optó por el liderazgo de Trezeguet y limpió a Cave, que se sintió abandonado por David y Ponzio. “El vestuario está como si se hubiera muerto alguien”, describió ayer un jugador. Y, sí, muerto el rey Ramón, viva el rey Fernando. El único rey para ellos.

Fuente: Clarín