A un fiscal lo golpearon y le robaron, en San Fernando; el otro caso, en Quilmes
Dos funcionarios judiciales del fuero penal bonaerense fueron víctimas de la inseguridad en el conurbano. Uno de los asaltos ocurrió en San Fernando, en la casa de un fiscal de San Isidro. El otro episodio violento ocurrió en Quilmes; en este caso, un secretario de una fiscalía de Berazategui, que además es subcomisario de la policía bonaerense con uso de licencia, evitó a los tiros que un delincuente ingresara en su casa.
El asalto contra el fiscal del área vecinal del Departamento Judicial de San Isidro, Oscar Núñez Barreto, ocurrió anteanoche, a las 20.30; su hijo mayor, de 21 años, fue interceptado junto a su novia cuando regresaba a su casa luego de asistir a clases en la Ciudad Universitaria, en Núñez.
«Martín volvía de la facultad, lo subieron a un auto y lo obligaron a venir a mi casa, donde tuve que abrir la puerta porque le estaban apuntando con un arma en la cabeza. Ingresaron violentamente. A mi hijo le pegaron un culatazo», relató Núñez Barreto. El fiscal explicó que los ladrones también lo golpearon con la culata de una de sus armas mientras lo obligaban a permanecer acostado boca abajo en su cama, y que en todo momento le exigían dinero.
«Me decían: «¿Cuánto vale tu hijo? Lo llevamos y te vamos a pedir doscientas lucas». Yo les dije: «No, por favor, acá tenés los celulares, acá tenés los ahorros»», relató el funcionario judicial. Tras obtener una suma de dinero y otros objetos de valor, como computadoras, teléfonos y cámaras de fotos, los asaltantes huyeron.
«Habrán estado diez minutos; estoy convencido de que fue al voleo. Me siento violado por esta gente que entró y se adueñó de mi familia», concluyó Núñez Barreto.
EN QUILMES
Dos horas después, en el otro extremo del conurbano, Matías Horacio Zarco, secretario en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 de Berazategui y subcomisario de la policía bonaerense con licencia especial por estar dedicado a su carrera judicial, estaba con su mujer y un amigo en su vivienda, situada en la intersección de Triunvirato y Elustondo, en Quilmes, cuando descubrió que extraños querían entrar en su casa.
«Zarco vio que estaban forzando la puerta de ingreso de la finca», dijo ayer a la mañana el jefe de la Departamental Quilmes, comisario mayor Fernando Grasso. «Fue así que tomó su arma, efectuó dos disparos preventivos y puso en fuga al delincuente», explicó el jefe policial. En efecto, tras oír los tiros el ladrón abandonó la entrada de la vivienda y corrió hacia un vehículo que estaba estacionado en las inmediaciones, en el que lo aguardaban «por lo menos dos sujetos más», según Grasso.
Luego de confirmar que el vehículo con los ladrones se alejaba a toda velocidad, Zarco dio aviso del hecho al 911..
Fuente: LA NAción