La libretita del Virrey

Bianchi quiere reforzar todas las líneas del equipo. Verá cuál es el nivel de los jugadores que vuelven de sus préstamos, pero ya agendó varios nombres para sumarlos al plantel.

Como cada vez que se abre el libro de pases y los equipos empiezan a fantasear con sus nuevas caras, Boca pica en punta en este plan de renovación del plantel a cargo de Carlos Bianchi. La política de refuerzos es el asunto a discutir, sobre todo por las elecciones que se hicieron en el paso reciente y que no ofrecieron grandes resultados para grandes inversiones. Por eso, y aunque serán la cuestión económica, el ingenio y la habilidad para escoger lo que termine definiendo el grupo de futbolistas, ya aparecen apellidos que el entrenador tiene en su carpeta para volver a incorporar piezas en todas sus líneas. Esta vez, con una lupa un poco más grande por el bajo porcentaje de efectividad si se piensa –sólo por citar un caso– en jugadores como Diego Perotti, que llegaron tarde y en condiciones físicas no aptas para la competencia inmediata y terminaron su ciclo en Boca sin nada para contar.
¿Cuáles son los puestos en los que Bianchi hace hincapié? Todos. Porque si se revisa en la línea de fondo, Mariano Echeverría –a punto de quedar libre de Arsenal de Sarandí– es uno de los que se anota en esta ilusión de ponerse la camiseta azul y amarilla. Y el sueño, claro está, es Milton Casco. Por rendimiento y actualidad, el lateral izquierdo de Newell’s pasó a ser uno de los grandes deseos, más allá de lo conforme que dejó al técnico el nivel que tuvo Emanuel Insúa en los últimos partidos del campeonato. Además, el regreso de Lisandro Magallán –estuvo a préstamo en Central– es mirado con buenos ojos por Bianchi, quien lo tendría en sus planes.
En el mediocampo lo que se busca, a juzgar por los nombres que se apuntan, es talento y técnica. Aparece Federico Carrizo, volante de Central, que ya había estado a punto de llegar a Boca cuando se lesionó Joel Acosta. Y se le suma Gonzalo Castellani, otro de los que se lució en Godoy Cruz y fue clave para el funcionamiento de su equipo que finalmente mantuvo la categoría.
Arriba, como siempre, la búsqueda de goles y de futbolistas que achiquen el margen de error sigue siendo el gran desafío. En primera línea asoman Ignacio Scocco y Gonzalo Bergessio y un poco más atrás vuelve a estar Darío Cvitanich, de buen paso en su primera etapa en Boca. Y quien volverá para ver si se gana la consideración de Bianchi es Sebastián Palacios, de buen rendimiento para Unión en la B Nacional.

Fuente: El Gràfico