El Mundial en tu lugar de trabajo: alternativas y estrategias para ver los partidos

¿Cuál es la mejor manera de conjugar fútbol y obligaciones laborales? ¿Cómo rebuscárselas si el empleo es en un lugar de atención al público o sin tele?

Nadie quiere perderse los partidos de la Argentina y lo ideal es reunirse con amigos o familiares a alentar a la selección frente a la TV del living. Pero, en muchos casos, los partidos nos sorprenden en pleno horario laboral. ¿Cuál es la estrategia ideal para conjugar Mundial y trabajo en las empresas? ¿Cómo rebuscárselas si el empleo es en un lugar de atención al público o sin tele?

Evitás distracciones, porque sabés que nadie va a estar trabajando al 100%, ya que van a estar pendientes del partido
Valeria Scuderi, licenciada en Relaciones del Trabajo, opina que desde las empresas es importante fomentar que se organice el trabajo para permitir ese «recreo» para ver jugar a la selección nacional. «Primero, porque la gente espera que la empresa haga algo y no hacerlo es contraproducente para el clima; segundo, porque siempre es bueno tener un momento de encuentro que estimule la unión de los equipos; por último, evitás distracciones, porque sabés que nadie va a estar trabajando al 100%, ya que van a estar pendientes del partido», enumera.

Sol Zunino, gerente de recursos humanos de Zona Jobs, coincide: «De por sí, estamos todos más concentrados en los partidos, así que la actividad se para, más allá de que puedan verse o no dentro de la compañía».

Agrega que el Mundial ofrece una gran oportunidad de integración y contribuye a mejorar el clima. «Está bueno cuando la compañía además hace de esto un evento interno», resume.

GRANDES EMPRESAS, GRAN PRODUCCIÓN

Algunas empresas importantes planifican producciones interesantes. Desde la habilitación de lugares comunes para ver todos juntos los partidos hasta sorteos internos y prodes para el personal.

«Es un buen momento para incrementar la integración entre las 4000 personas que trabajamos a nivel regional», afirma Florencia Agostino, responsable de comunicación interna de Despegar. Habrá televisores en las oficinas y en áreas comunes, donde se transmitirán los partidos. La decoración alusiva y el cotillón formarán parte del festejo y también se lanzarán sorteos entre los empelados.

En Nestlé, si el partido se juega a última hora, los empleados incluso podrán retirarse antes. Si no, igual lo verán. «En el caso de las plantas se habilitan los salones comedores. En la oficina central se alquila el salón de un club que está frente al edificio, para poder disfrutar del evento grupalmente», cuenta Graciela Glassman, gerente de Servicios al Personal.

Sin lugar a dudas, impacta positivamente en el clima de trabajo
Para Pablo Granado, gerente senior de Human Capital en PwC Argentina, el Mundial brinda una «oportunidad de encuentro»: «Se genera un ambiente totalmente descontracturado donde todos tienen un objetivo común: alentar a la selección. Sin lugar a dudas, impacta positivamente en el clima», opina.

Las Pymes no se quedan afuera del festejo. Agustín Peña es el fundador de la consultora hotelera IP hoteles, integrada por 22 personas. Para el primer Mundial que les toca vivir como empresa, piensan seguir los partidos juntos en la sala de reuniones, con algo rico para comer y tomar.

DISTINTOS EMPLEOS, DISTINTAS SOLUCIONES

Según un relevamiento de la Facultad de Motricidad Humana y Deportes de la Universidad Abierta Interamericana para LA NACION, el 80% de la gente prefiere sintonizarlos en la comodidad de su hogar. Pero lo cierto es que al 69,4% no los dejarán salir del trabajo para verlos.

La encuesta, entre 550 hombres y mujeres adultos de la Capital Federal y el conurbano, revela las alternativas que contemplan los fanáticos para no perderle pisada al equipo, según los distintos empleos:

El 8% va a faltar
El 11% seguirá el Mundial a escondidas por Internet
El 34% va a escucharlo por radio, especialmente los mayores de 30
El 24% va a hacer lo posible para verlo en el lugar de trabajo
El 23% va a ver solo las repeticiones
HISTORIAS DIFERENTES

Aquellos que trabajan en lugares con atención al público, como los comercios, tienen más complicadas las posibilidades de ver partidos y en muchos casos se tienen que conformar con «espiar» el Mundial. Las peluquerías, por ejemplo, se llenan de clientes cuando juega la Argentina. «En el Mundial pasado, nos habíamos acomodado con banderas para ver el partido acá, convencidos de que no iba a venir nadie. ¡Se llenó de mujeres despachadas por sus maridos!», relata, todavía sorprendido, Leandro Casado, dueño de la peluquería que lleva su nombre.

En el Mundial pasado, nos habíamos acomodado con banderas para ver el partido convencidos de que no iba a venir nadie. ¡Se llenó de mujeres despachadas por sus maridos!
Los restaurantes también se colman. Pero a diferencia de las peluquerías, los clientes son hinchas muy interesados en Brasil. El problema es para los que allí trabajan, que tienen muchas mesas para atender y pocas chances de seguir las jugadas del equipo albiceleste. «Atendemos y pispeamos», confiesan Juan y Rafael, dos mozos de La Farola de San Isidro. Los de la cocina son los más perjudicados ya que ven las jugadas con delay, recién cuando se asoman por la puerta ante los gritos que llegan de las mesas.

Otro escenario atípico es el de un hospital. ¿Cómo se puede incluir la pasión mundialista allí? En el Hospital Universitario Austral ya está todo listo para que tanto pacientes como médicos puedan seguir los partidos, siempre que no haya emergencias a la vista, claro. «Se van a pasar solo los de Argentina en principio, en el comedor del personal, y en los televisores que están en los pisos y salas de espera», cuentan desde el Departamento de Comunicación..

Fuente: LA Nación