Los muertos en la mina de Turquía ascienden ya a 282

«Justicia para Soma», se lee en las pegatinas que portan los manifestantes, en letras blancas sobre un enorme punto negro. Apenas unas horas han tardado en organizarse para mostrar su indignación ante la tragedia minera que ha sacudido la localidad de Soma, en el oeste del país, en la que han perdido la vida al menos 282 personas según el último cómputo. A pesar de que los equipos de rescate consiguieron sacar a más de 450 personas con vida del interior de la mina de Soma, en las últimas horas de ayer lo único que emergía de las galerías eran cadáveres.

El fiscal público de Manisa, Durdu Kavak, prometió ayer lanzar una investigación en profundidad para depurar responsabilidades. «Primero determinaremos cuáles son los problemas, y después encontraremos a los responsables. Esto podría ser desde el supervisor del turno al director y el propietario de la compañía. Se harán arrestos en función del informe de los inspectores». aseguró.

«Nos dirigimos hacia el peor desastre minero en Turquía», declaró, ya por la mañana, el Ministro de Energía turco, Taner Yildiz. Entonces, la cifra de cadáveres apenas superaba los dos centenares, víctimas de un incendio en el interior de una mina provocado, aparentemente, por la explosión de un transformador eléctrico, y que no ha extrañado a nadie.

En las calles de Estambul ya han aparecido pintadas que rezan: «¡Masacre en Soma!». Y es que muchos en Turquía culpan a la compañía minera, en primer lugar, y al gobierno después, por haber creado las condiciones del accidente. A pesar de que, oficialmente, el ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan ha introducido una nueva regulación en los últimos años que obliga a prestar más atención a la seguridad en las minas, y endurece las penas para los infractores, muchos aseguran que en la práctica no se cumple.

Los accidentes, además, no cesan: en mitad de todo el revuelo de Soma, otra persona perdió ayer la vida al desplomarse sobre él el techo de una mina ilegal en el Mar Negro, un incidente que pone de manifiesto la cruda realidad de muchos en Turquía. El fallecido, identificado como Mehmet Aygün, era un minero retirado que había vuelto al trabajo hace un año para poder pagar la universidad de sus hijas. Por este trabajo recibía un sueldo de 2.000 liras turcas, menos de 700 euros.

El peor accidente, en 1993
Este segundo incidente ocurrió en la provincia de Zonguldak, otro de los puntos negros del país, donde se han producido varios accidentes en los últimos años. Entre ellos el, hasta ahora, más letal de la historia del país: en 1992, un total de 263 mineros perdieron la vida en una explosión producida por el gas metano en el interior de la mina. Ahora, muchos creen que el número de víctimas de Soma puede llegar a superar los de aquella desgracia.

Turquía, de hecho, tiene un nefasto expediente en este campo: desde 1991, más de un centenar de mineros han muerto cada año de media en el país, convirtiéndole en el más peligroso de Europa, y, el año pasado, en el tercero peor del mundo. Este año, ante la magnitud de esta catástrofe, es probable que Turquía encabece el ranking mundial.

«En 2013, se produjeron cinco mil accidentes de trabajo en el distrito de Soma. El noventa por ciento de estos sucesos tuvieron lugar en las minas», explicó en el parlamento, a finales del mes pasado, Erkan Akçay, diputado opositor por Manisa, la región donde ha tenido lugar la tragedia.

«Los trabajadores mueren en Turquía, de media, 8’5 veces más que en la Unión Europea», indicó. El diputado no dejó de incidir en la responsabilidad del partido gobernante, mencionando que en 2002, cuando el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan llegó al poder, murieron 872 trabajadores. El año pasado, este número se había disparado hasta los 1.235.

Fuente: ABC