Graciela tenía 46 años y sufría cáncer de mama. Una droga que era su última esperanza estuvo parada en el Puerto de Buenos Aires porque era importada. Una jueza ordenó al gobierno mendocino suministrar el remedio. Pero cuando lo autorizaron ya era tarde
«Por culpa de la burocracia y la política, el remedio quedó varado en la Aduana. Tuvimos que hacer una presentación judicial y aun así seguía sin llegar a Mendoza», contó Osvaldo Quiroga, esposo de Graciela Guardia (foto), una joven mujer de 46 años que luchó contra el cáncer de mama, y falleció el miércoles pasado porque no llegó a tiempo el medicamento para continuar su tratamiento oncológico.
Graciela padecía la enfermedad desde hacía seis años. Como no tenía obra social, la mujer recurrió al Ministerio de Salud desde donde hasta fines del año pasado, a través del Programa Oncológico provincial, se le prestaba el tratamiento de quimioterapia.
En diciembre, por falta del medicamento que se venía aplicando desde hacía tiempo, las autoridades le informaron que debían interrumpir el tratamiento porque la droga que requería era importada y estaba retenida en la Aduana.
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