El Santo Padre recibió esta tarde al secretario general Ban Ki-moon a quien urgió a difundir un ideal común de fraternidad y solidaridad.
(EFE).- El papa Francisco instó hoy a las Naciones Unidas a promover una «movilización ética mundial que acabe con las desigualdades y difunda un ideal común de fraternidad y solidaridad».
Así lo dijo el pontífice al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, a quien recibió en audiencia en el Vaticano. Durante la reunión el papa Bergoglio instó a poner en marcha medidas «que incidan sobre las causas estructurales de la pobreza y del hambre».
El encuentro con el secretario general de la ONU se produjo después de la comparecencia esta semana de la Santa Sede ante un comité de la organización en Ginebra en relación con casos de pederastia.
El papa también recibió en audiencia a otros miembros de la organización dentro del «encuentro semestral de coordinación estratégica de la Junta de jefes ejecutivos del sistema de Naciones Unidas», en palabras de Jorge Bergoglio.
Durante la reunión, que se produjo a puerta cerrada, el papa Bergoglio instó a poner en marcha medidas «que incidan sobre las causas estructurales de la pobreza y del hambre».
El papa afirmó que la ONU debe trabajar para ayudar a «una parte importante de la humanidad» que continúa «excluida de los beneficios del progreso y relegada a seres de segunda categoría».
Además instó a Naciones Unidas a aprobar programas que consigan «mejoras sustanciales en materia de preservación del ambiente, que garanticen un trabajo decente y útil para todos y den una protección adecuada a la familia».
Para ilustrar su alocución, el papa hizo referencia a un episodio del Evangelio de Lucas que narra el encuentro de Cristo con el rico publicano Zaqueo «que tomó una decisión radical de justicia cuando su conciencia fue despertada por la mirada de Jesús».
El obispo de Roma explicó que este capítulo «enseña que por encima de los sistemas y teorías económicas y sociales, se debe promover siempre una apertura generosa, eficaz y concreta a las necesidades de los demás».
Contra la tortura
Este encuentro se produjo después de que esta semana una representación de la Santa Sede compareciera, durante dos días, ante el Comité de la ONU contra la Tortura en relación con casos de pederastia protagonizados por eclesiásticos.
La Santa Sede se adhirió en 2002 a la Convención contra la Tortura, que tiene objetivo principal la «lucha contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en todo el mundo».
Durante su comparecencia, el representante del Vaticano ante la ONU en Ginebra, Silvano Maria Tomasi, explicó que, aunque la Santa Sede no tiene jurisdicción penal en casos de pederastia cometidos en terceros países, sí puede destituir o sancionar a los sacerdotes si se comprueba que han cometido el delito
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