Un piloto, que trasladaba un corazón para realizar un trasplante, desafió la intensa niebla y aterrizó en el aeropuerto de Córdoba, que estuvo cerrado.
El piloto de un avión que trasladaba un corazón para un trasplante desafió ayer la densa niebla que hizo inoperable el aeropuerto de Córdoba capital y logró aterrizar, en una decisión que le permitió al paciente recibir el corazón y estar en recuperación.
Claudio Pistone, piloto de uno de los aviones del Incucai, explicó a Todo Noticias que el órgano se extrajo en Mendoza y que allí, media hora antes de que terminara la ablación, «ya nos informaron que el aeropuerto de Córdoba estaba cerrado por la baja visibilidad. Sólo nos quedaba esperar, con una sensación de mucha desazón».
«Teníamos 20 minutos para despegar porque sino el corazón ya no se iba a poder implantar. En ese momento llega un parte meteorológico de que el aeropuerto se había abierto por unos minutos y despegamos», agregó.
Sin embargo, las condiciones seguían siendo malas: «La visibilidad mínima para aterrizar en Córdoba es de 800 metros y cuando aterrizamos era de 50», contó Pistone que logró realizar la arriesgada maniobra junto a su copiloto Martín Herrera
El receptor, un hombre de 50 años, «está en muy buen estado y con una evolución favorable», confirmó a la agencia Télam el doctor Mario Sorbera, director del Sanatorio Allende donde se realizó la operación.
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