Los prorrusos asaltan una comisaría en Odesa

Grupos separatistas liberaron a decenas de activistas detenidos; Berlín busca reactivar el diálogo

KIEV.- Horas después de la tragedia que dejó 46 muertos el viernes en Odesa, manifestantes prorrusos y la policía ucraniana volvieron a enfrentarse ayer en esa ciudad portuaria, mientras en el este del país continuaba la «operación antiterrorista» del gobierno de Kiev contra los separatistas.

Tras una manifestación en la que participaron 2000 opositores al gobierno de Kiev, activistas prorrusos asaltaron la sede local de las fuerzas de seguridad, según consignaron varios medios locales. Armados con bastones, la multitud rompió una puerta y exigió la puesta en libertad de sus compañeros detenidos.

Los separatistas prorrusos liberaron de la comisaría a casi 70 activistas, mientras el primer ministro ucraniano culpó a la corrupción policial por las decenas de muertes en los enfrentamientos de los últimos días.

«¡Los rusos no abandonarán a los suyos!», cantaban los hombres mientras rompían ventanas y forzaban la puerta de la comisaría, en la que varios de sus compañeros permanecían retenidos desde el caos vivido el viernes. Otros gritaban «¡Rusia! Rusia!» y «¡No perdonaremos!».

A algunos policías se les ofreció la cinta negra y naranja, una insignia militar rusa que se ha convertido en un símbolo de las revueltas, y cuando algunos agentes la aceptaron una multitud de cientos de activistas lo festejaron.

A medida que la rebelión y la escalada de violencia van en aumento, se hacen cada vez más evidentes las dudas sobre la capacidad del ejército y la policía ucraniana para hacer frente al levantamiento que según Kiev está respaldado por Moscú y liderado sobre el terreno por fuerzas especiales rusas, una acusación que el Kremlin rechaza.

La policía de Mariupol dijo que insurgentes afines a Moscú habían engañado a los soldados de un puesto de control para que comieran alimentos que contenían un somnífero. Los soldados fueron luego atados junto a sus armas.

En Konstantinovka resultaron heridos varios militares durante la lucha para recuperar una torre de televisión, y también se informó de disparos en Kramatorsk y Slaviansk, donde el sábado fueron liberados los observadores militares de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que estaban retenidos desde el 25 de abril.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, acusó a Rusia de instigar los enfrentamientos que llevaron a la muerte de más de 40 activistas prorrusos en un edificio en llamas en esa ciudad. Pero fue muy crítico con la policía.

«Si el sistema de cumplimiento de la ley en Odesa no hubiera operado exclusivamente en el Mercado del Séptimo Kilómetro y hubiera protegido a las personas, estas organizaciones terroristas habrían sido desbaratadas», sostuvo.

El Séptimo Kilómetro es un mercado abierto a las afueras de Odesa, asociado en la conciencia popular con la corrupción y el negocio del mercado negro que ha marcado los 23 años de independencia de Ucrania de la URSS.

Los enfrentamientos del viernes pasado fueron los más mortales desde que el ex presidente Viktor Yanukovich huyó del país, en febrero, y activistas prorrusos iniciaron levantamientos en el este industrial de Ucrania.

En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel, discutieron sobre la crisis en una llamada telefónica y destacaron la importancia de una «acción internacional efectiva» para reducir las tensiones. El Kremlin informó que Berlín busca que las partes vuelvan a la mesa de negociaciones en Ginebra.

Los acontecimientos de las últimas horas no hacen más que elevar la preocupación sobre el advenimiento de una guerra civil en Ucrania, que tendría consecuencias imprevisibles para sus vecinos, Rusia y los Estados miembros de la OTAN.

EL PAPA VOLVIÓ A LLAMAR A LA PAZ EN UCRANIA

En un nuevo llamado a la paz en Ucrania, el papa Francisco invitó ayer a rezar por las víctimas de la violencia de los últimos días en ese país que se encuentra al borde de una guerra civil.
«Queridos hermanos y hermanas, deseo invitarlos a confiar a la Virgen la situación en Ucrania, donde persisten las tensiones. Rezo con ustedes por las víctimas de estos últimos días y pido al Señor dar a todos sentimientos de pacificación y de fraternidad», dijo el Papa después de la misa de Regina Coeli.
Hace una semana, Francisco recibió al premier ucraniano, Arseni Yatseniuk, al que prometió que hará «todo lo posible» por la paz en Ucrania.
Agencias DPA, EFE y Reuters.

Fuente: La Nación