En un partidazo, River superó a Racing por 3 a 2 y alcanzó a Gimnasia La Plata en la punta del torneo, a dos fechas del final. Cavenaghi por dos, y Carbonero, los goles del Millonario.
River sufrió muchísimo, sí. Y el héroe, que parecía que iba a ser su centrodelantero, terminó por ser su arquero. Chichizola, sobre la hora, le detuvo un penal a Saja y posibilitó que en el Monumental el local supere 3-2 a Racing. Un doblete de Cavenaghi, el segundo con un hermoso taco, y un grito de Carbonero, posibilitaron el triunfo y la vuelta a lo más alto de las posiciones, lugar que a falta de dos fechas comparte con Gimnasia. Para la visita marcaron Villar y Hauche.
Cuando ningún indicio hacía pensar que el trámite o el marcador se modificarían, el árbitro Diego Abal, tras una jugada confusa con varios rebotes, vio un supuesto agarrón dentro del área de Saveljic a Villalva. Dio la impresión de que el juez se equivocó, pero en esa jugada sí se observó un agarrón de Saja a Carbonero. A Cavenaghi le importó poco y nada y con un derechazo cruzado puso a River 1 a 0.
Poco le duró la alegría del triunfo parcial y de volver a la cima a River, porque en un tiro libre de De Paul desde la izquierda se descuidó y, con un certero cabezazo, Villar ponía el 1-1. El partido, pese a no jugarse bien, ganaba en intensidad.
No tardó mucho River en aumentar la diferencia en el complemento y liquidar el partido en la segunda etapa. Antes de los 10 minutos, Cavenaghi armó una pared con Carbonero, que luego armó otra con Lanzini y, de taco, el centrodelantero terminó por empujar la pelota al gol y marcar el 3-1.
Toda la euforia del Monumental, con River puntero y la boca de sus hinchas llena por el reciente golazo, se atenuó cuando Hauche definió ajustadamente una contra que armó Viola para que Racing descontara. Con el 3-2 y aún un cuarto de hora por disputarse, el suspenso pasaba a ser la emoción predominante.
Pudo ser empate si el travesaño no hubiera devuelto un cabezazo de Viola, o mayor la diferencia si el tiro de Lanzini desde afuera no hubiera reventado un poste. Pero, finalmente, apareció enorme Chichizola para que el 3-2 no se altere. Luego de una grosera mano de Rojas dentro del área, le detuvo el penal a Saja, que de zurda remató cruzado.
Fuente: Los Andes