Santiago de Chile, 25 abr (PL) El ministro chileno del Interior, Rodrigo Peñailillo, defendió hoy la propuesta gubernamental de cambiar el actual sistema electoral binominal, y enfatizó que de no hacerlo, significaría un castigo enorme para las regiones periféricas.
En medio de un clima de controversias luego de que la presidenta Michelle Bachelet firmara hace dos días el proyecto para sustituir el actual esquema heredado de la dictadura (1973-1990) por uno proporcional e inclusivo, el titular explicó que el nuevo sistema no sale de la nada, sino que surge de un largo periodo de reflexiones.
«Esperamos que todos los sectores políticos se sumen, porque esto va a generar mayor participación», afirmó en declaraciones a ADN Radio.
Respecto a las críticas vertidas desde la oposición, retó a esos sectores a presentar una propuesta alternativa, y a «no quedarse en slogans antiguos de los años 90».
La presidenta Bachelet y otros representantes gubernamentales defienden la modificación al afirmar que el sistema binominal es una estrategia de la derecha para perpetuarse en el poder y obstaculizar el ascenso de otras formaciones y conjuntos minoritarios, lo que va en detrimento de la representación verdadera de los intereses ciudadanos.
El ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, estimó ayer que el binominal «es aberrante para la lógica democrática y por eso debe ser cambiado», pues establece distorsiones, sobrerrepresenta a la minoría y garantiza que siempre salgan electas las mismas personas.
Desde la opositora Unión Democrática Independiente, organización que surgió vinculada a la dictadura de Augusto Pinochet, ya anunciaron la intención de llegar a acuerdos con vistas a que la reforma del sistema de elección parlamentaria no prospere.
Por su parte, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, manifestó que si existe ruido respecto al proyecto, es porque se trata de una buena iniciativa para garantizar que quienes lleguen al Parlamento sean elegidos por los ciudadanos, y no por el sistema que se utilice.
Entre las principales transformaciones incluidas en el nuevo sistema sobresale el aumento de la cantidad de diputados de 120 a 154, y de senadores de 38 a 50, un punto que genera críticas acerca de un eventual aumento del gasto fiscal dado el mayor número de legisladores.
Sobre el asunto, el Gobierno aclaró que la modificación tendrá cero costo adicional, pues el nuevo esquema funcionará mediante una reasignación de los recursos empleados en la actualidad.
Otras transformaciones comprendidas en el texto, que necesita la aprobación en las dos cámaras parlamentarias, se refieren a la reorganización de los distritos electorales en busca de mayor proporcionalidad entre habitantes por regiones y parlamentarios electos en ellas.
También se introdujo una ley de cuotas según la cual ningún partido puede presentar más del 60 por ciento de candidatos de un mismo sexo, lo que garantiza al menos un 40 por ciento de representación femenina en las listas electorales.