Piñera aceptó las disculpas de Washington por haberlo situado «al límite de la ley y la ética». El gobierno chileno restó ayer importancia a las revelaciones de WikiLeaks divulgadas un día antes sobre el presidente Sebastián Piñera, en las que el mandatario aparecía a los ojos de la embajada de Estados Unidos como «una persona que desarrolla la política y los negocios hasta el límite de la ley y la ética».
Ena von Baer, vocera oficial de Piñera, declaró ayer a la prensa que la Casa Blanca había informado al ejecutivo chileno que las revelaciones no reflejan las opiniones oficiales de Washington. «Nos parece que tenemos temas mucho más importantes y relevantes respecto de los cuales nos tenemos que ocupar en nuestras relaciones con Estados Unidos», dijo la vocera. «Las autoridades norteamericanas nos han repetido que las revelaciones no son las opiniones oficiales de Estados Unidos», añadió.
De acuerdo con los cables norteamericanos difundidos por WikiLeaks y publicados en el diario español El País , Piñera fue definido por el anterior embajador de Estados Unidos en Chile, Paul Simons, como una persona que desarrolla sus políticas y negocios «hasta los límites de la ley y la ética».
«Piñera ha estado vinculado en el pasado a un número de cuestionables acciones sobre sus negocios, pero los votantes parecen relativamente desinteresados por estas acusaciones», señala el documento develado por WikiLeaks.
El cable fue enviado en 2009 por la número dos de la embajada estadounidense, Carol Urban, cuando Piñera aún era candidato a la presidencia de Chile. «Algunas de sus acciones [de Piñera], como prestar dinero a empresas ficticias, parecen cruzar claramente la línea de la incorrección legal», agrega el informe.
Los documentos hacen referencia a un informe de Transparencia Internacional de 2006 que indicaba que Piñera -en ese año, el mayor accionista de la aerolínea chilena LAN- compró acciones horas después de recibir un informe financiero que no había sido publicado por la compañía aérea. En el cable también se define a Piñera como «un hombre de negocios competitivo y un político que tiende a tomar riesgos».
La Casa Blanca se apresuró anteayer a darle explicaciones al canciller chileno, Alfredo Moreno. Ayer, Alejandro Wolff, actual representante diplomático de Washington en Santiago, entregó una declaración pública en la que destacó su respeto por Piñera: «El gobierno de Estados Unidos tiene la más alta opinión y admiración por el presidente, quien ha trabajado arduamente por los mejores intereses de su país y del pueblo de Chile». Wolff añadió que los dos países «tienen una relación sobresaliente».
«Nuestros países comparten valores comunes y están comprometidos con un importante trabajo en una amplia variedad de materias», dijo el embajador.
Las revelaciones de WikiLeaks también hacen referencia a la ex presidenta Michelle Bachelet. Un texto fechado en marzo de 2008 señala que, en una reunión en la embajada, Piñera calificó a Bachelet como «una buena mujer, pero mala presidenta», mientras que alabó la continuación de las políticas económicas de la dictadura de Augusto Pinochet por parte de la Concertación.
Bachelet, por su parte, evitó referirse a las revelaciones de WikiLeaks. «No me tiente, no me tiente a entrar en esos temas. Se imagina si yo opinara de ello. Paso, paso», afirmó.
Agencias AP, AFP y ANSA