Los nietos de Bianchi, Paul y Louis, son los hinchas número uno del 10. El primero le dedica decenas de tuits y piden la renovación de su contrato. ¿El abuelo pedirá lo mismo en junio?
”No hay jugador como Román, no existe”.
”Que juegue hasta que quiera, gracias Román”.
”Después de Román, la 10 se tiene que prohibir”.
“Que de la mano/de Carlos Bianchi/todos la vuelta vamos a dar…”. Louis Alexandre y Paul Nicolás, de seis y cuatro años, no paraban de cantar y saltar frente al televisor. El Boca de su abuelo brillaba en la Libertadores 2000 y ellos, ya fanáticos xeneizes, enloquecían. Hasta que un día los escuchó el propio Virrey y le preguntó al menor: “¿Ustedes saben quién es Carlos Bianchi?”. Y la respuesta fue “no”. Es que para los nietos, el abuelo siempre fue “nonó”. Hoy, esos chicos andan por los 20 años, lo acompañan en los viajes, están en todas las conferencias y también en algunas prácticas y hacen lo que su abuelo todavía no se anima: se muestran como los fanáticos número 1 de Riquelme y, en las redes sociales, piden a los gritos por renovación del contrato…
Si algo demuestra la familia Bianchi es su fanatismo por el 10 y así como el abuelo lo considera otro hijo, los nietos lo tienen como ídolo máximo. Paul tiene una foto con Román en el perfil de su cuenta de Twitter, lo pide para la Selección (“Sabella, Riquelme es argentino”) y se ríe de quienes dudan si pueden jugar juntos tanto Messi y Neymar como Riquelme y Gago. Y como Carlos, Paul suele apuntar contra la AFA, los árbitros y la prensa: “¿Algo para decir?”, desafió el domingo después del golazo a Tigre.
Su abuelo, mientras tanto, sabe de la importancia que tiene Román y le gustaría que siguiera, pero no piensa inmolarse si no le dan el gusto. En conferencia, Bianchi primero evitó involucrarse en la renovación y en las últimas apariciones tras los partidos, a partir de los tres goles del 10 en cuatro fechas, ya habló de lo necesario que es tenerlo en el equipo. También, en una reunión que mantuvo con Angelici, preguntó cuál era la situación de su hijo adoptivo. Lo que no hizo el DT es decir públicamente si le va a pedir (o no) al presidente por JR. La dirigencia, por el momento, sostiene que “no va a jugar más en Boca”.
Nunca imaginó Bianchi que sus nietos mayores iban a acompañarlo de esta manera, ya no de la mano de su papá Mauro. Si en sus ciclos anteriores aparecían su esposa Margarita, para mirar atentamente a quienes preguntaban en las conferencias de prensa, y sus hijos Mauro y Brenda, ahora se sumaron su yerno Eduardo Domínguez y sus nietos Louis, Paul, Charles, Mateo y Nina, la más chiquita, que en una foto subida por su mamá a Twitter se la ve abrazando un televisor con la imagen de Román. Los Bianchi, además de copar todas las conferencias en la Bombonera, estuvieron en los partidos de Libertadores en el exterior y en entrenamientos en Casa Amarilla, incluso en los que fueron a puertas cerradas, como el viernes pasado. Una de las razones de la vuelta del Virrey, después de ocho años de siesta, fue justamente ésta. Que sus nietos lo vieran dirigir. Lo que nunca se imaginó el Virrey es que uno de esos nenitos que cantaban “que de la mano…”, se volviera tan fanático y se atreviera a agitar y pedir de esta forma por JR. ¿El abuelo lo pedirá con insistencia para después de junio?
Fuente: Olé