Tienen mayor capacidad que los recipientes comunes, están amurados al piso y evitan la manipulación de las bolsas. Ya hay 35 contenedores instalados en la zona más transitada de la Ciudad.
Dos de los problemas que presentan los contenedores negros es que los vecinos intentan trasladarlos lejos de sus casas y además ocupan un espacio considerable junto al cordón de la vereda. Esto ya no ocurrirá en el Microcentro. Allí, en la zona más transitada de la Ciudad, el Gobierno porteño presentó los nuevos contenedores soterrados, que tienen mayor capacidad, evitan la propagación de los malos olores e impiden la manipulación de las bolsas.
Hasta el momento hay 35 contenedores instalados en 12 puntos del Microcentro, para así aprovechar el espacio de las calles peatonales y reducir la contaminación visual. Entre otros lugares, se encuentran en Sarmiento y San Martín, Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, Marcelo T. de Alvear y Suipacha, y Reconquista y Rojas.
“El Microcentro es el primer centro verde de América Latina. Se fue transformando con calles peatonales, sin ruido y sin contaminación. Y el contenedor ayuda a esto: menos contaminación visual, menos olores y menos bolsas a la vista”, sostuvo el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
A simple vista, los recipientes subterráneos parecen más chicos que los otros. Pero no lo son: los nuevos contenedores tienen una capacidad de hasta 5 metros cúbicos. Y cuando se completa de basura, la tapa se traba automáticamente y no permite su apertura, a diferencia de los contenedores negros, que se irán retirando de manera progresiva en la medida en que empiecen a operar estos buzones.
El vaciado de los contenedores bajo tierra se realiza con camiones que tienen un dispositivo de brazos articulados, que levantan los recipientes hasta una altura de ocho metros. En cuanto a la recolección, se mantienen vigentes los días y horarios para sacar los residuos húmedos, entre domingo y viernes de 20 a 21. Los reciclables, como plástico, cartón, papel o vidrios limpios, deberán ser entregados a los recuperadores urbanos asignados a la zona, en este caso la cooperativa “El amanecer de los cartoneros”.
Fuente: La Razón