Argumentó que la acusación en su contra por mal desempeño no está fundada.
El juez federal Claudio Bonadio presentó ayer su descargo ante el Consejo de la Magistratura, donde el kirchnerismo impulsa su juicio político por «mal desempeño».
Bonadio optó por no ir a declarar en persona y presentó un escrito de 97 páginas, en el que sostuvo que la acusación no está fundada , alegó que pretenden volver a investigarlo por un hecho que el propio Consejo ya desestimó y citó una frase dicha por el consejero oficialista Carlos Moreno, cuando se discutió el caso del juez Norberto Oyarbide . «En palabras del consejero Moreno -afirmó Bonadio-, voy a plantear que la mayoría de la Comisión de Disciplina y Acusación «ya tuvo su circo mediático, ahora debe ajustarse a derecho».»
Bonadio pidió que el Consejo «proceda a desestimar» la denuncia en su contra. La acusación es por «excesivas e injustificadas demoras» en dos viejas causas iniciadas en los años 90: el caso Tandanor y el de la Curtiembre Yoma. El expediente contra el juez llevaba casi tres años en el Consejo y parecía olvidado, cuando el secretario de Justicia, Julián Álvarez, lo resucitó e impulsó la citación de Bonadio como acusado.
Al kirchnerismo no le costó llamarlo a declarar porque tiene mayoría en la Comisión de Disciplina y Acusación, pero por el momento no cuenta con los votos necesarios para llevarlo a juicio político.
Bonadio, que lleva 20 años como juez federal, tiene a maltraer a la Casa Rosada. En los últimos meses, procesó a Guillermo Moreno, ordenó la captura de Ricardo Jaime, indagó a Alfredo Scoccimarro (vocero presidencial), a Juan Manuel Abal Medina (ex jefe de Gabinete) y a Rodrigo «Rodra» Rodríguez (que, como Álvarez, es dirigente de La Cámpora) por spots emitidos durante Fútbol para Todos. Además, allanó la Unidad de Información Financiera (UIF), que preside José Sbattella.
El mismo día en que se enteró de que lo habían citado a declarar, Bonadio elevó a juicio la causa contra Moreno por haber multado a consultoras privadas que medían la inflación. Fue el primer mensaje. Fiel a su estilo -tiene fama de duro-, mostró que en este caso está dispuesto a jugar fuerte.
APOYO DE UN RADICAL
Para citarlo como acusado, el kirchnerismo contó con el apoyo del radical Mario Cimadevilla, que lo acusó de haber sido un «juez de la servilleta», funcional al menemismo. Pero eso no le garantiza al oficialismo que la UCR vaya a acompañar su propuesta de enjuiciarlo. Ayer, desde Chubut, Cimadevilla dijo a la nacion: «Quiero leer el descargo, a ver qué argumentos da. Él era un juez de la servilleta, pero ahora no lo estamos juzgando por eso».
Los jueces, por lo menos los que representan a la mayoría, no tienen planes de acompañar al oficialismo y el abogado Alejandro Fargosi anticipó que el kirchnerismo pretende presionar a Bonadio por no ser un juez «adepto». Los cargos son cuatro. Los dos primeros por demoras en el trámite de dos denuncias de fraude al Estado: la causa «Boffil y otros» (Tandanor) y el caso de la Curtiembre Yoma. El tercero consiste en «haber generado con su conducta morosa y negligente un grave perjuicio al Estado», y el cuarto, en «haber evidenciado un notorio desinterés» en el cumplimiento de sus funciones.
El juez comienza su descargo de ayer con un capítulo titulado «Consideraciones previas. Otra vez sopa!!!». Afirma que las acusaciones son generalidades y que se le están violando dos garantías constitucionales: el non bis in idem (nadie puede ser juzgado dos veces por los mismos hechos) y la «cosa juzgada». «Los hechos que se me imputan [por la causa Yoma] ya fueron motivo de tratamiento por el plenario y fueron oportunamente desestimados», afirmó. Respecto de este caso, alegó también que si bien el Tribunal Oral Federal N° 5 sostuvo que el caso estaba prscripto, él, la Cámara Federal, el fiscal de juicio y la Oficina Anticorrupción (que depende del Poder Ejecutivo) habían sostenido lo contrario. También, que si hubo una prescripción fue mientras el caso estaba en la Cámara.
En cuanto al caso Tandanor, dijo que los consejeros lo citaron ignorando que dos jueces de Casación habían afirmado que el trámite de la causa había sido normal, acorde con la complejidad del caso.
Ahora, la Comisión de Disciplina y Acusación deberá emitir un dictamen. El Consejo tiene previsto reunirse el 24 de abril, pero ese día no habrá reunión de comisión. «El 24 decidiremos cuándo se reúne Disciplina y Acusación», dijo a la nacion una fuente del oficialismo. En esa comisión está también pendiente un caso sensible para el Gobierno: el último pedido de juicio político contra Oyarbide.
EL DESCARGO DEL JUEZ FEDERAL
Claudio Bonadio – Juez federal
Con un escrito de 97 páginas, desestimó el pedido de juicio político por mal desempeño impulsado por el kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura
Le imputan «excesivas e injustificadas demoras» en las causas Tandanor y Curtiembre Yoma iniciadas en los años 90
Bonadio, que investiga a varios funcionarios, dijo que el Consejo ya había desestimado la acusación y que no hay razones fundadas para llevar adelante el juicio político
OTRO JUICIO PARA RICARDO JAIME POR FRAUDE
El mismo día en que debió defenderse ante el Consejo de la Magistratura por acusaciones en su contra, impulsadas por el kirchnerismo, el juez federal Claudio Bonadio envió a juicio oral y público al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y al ex titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Pedro Ochoa Romero por administración fraudulenta en la línea ferroviaria Belgrano Cargas. La causa se había iniciado por una denuncia del hoy diputado tucumano José Cano. En esta causa Jaime -procesado además por enriquecimiento ilícito y juzgado por la tragedia de Once junto a Ochoa Romero- será juzgado por el supuesto delito de un sobrepago para la rehabilitación del corredor ferroviario entre Tucumán y Concepción, del Belgrano Cargas. Jaime había autorizado $ 7.986.000, pero fueron utilizados $ 8.159.737,07, y la licitación se hizo por la mitad de esa suma. Además, se autorizó una partida extra a Zonis, concesionaria de obras.
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