Capitanich cuestionó los cortes que hará la izquierda durante el paro. «La mayoría de los argentinos quiere trabajar», sostuvo Tomada.
Tras un desesperado intento por cerrar las paritarias de los gremios cercanos para desacreditar el paro general, ahora la Casa Rosada salió a criticar a los organizadores de la medida por los cuarenta piquetes que se realizarán en todo el país y por la paralización de la mayoría de los servicios de transporte.
En su habitual conferencia de prensa matinal, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió que será «imposible medir el apoyo al paro si el resto de los trabajadores que quieren trabajar no pueden trasladarse».
El funcionario insistió en que el «paro de transporte obstaculiza» la libertad de llegar a los puestos de trabajo, mientras «los piquetes no tienen nada que ver» con ese derecho. De todas formas, dijo que el gobierno va a «garantizar el legítimo ejercicio del derecho de huelga».
Por otro lado, el Ministerio de Trabajo publicó hoy una solicitada en diarios nacionales donde afirma que «mañana la mayoría de los argentinos quiere trabajar».
«Frente al paro anunciado por un conjunto de gremios se informa que las actividades industrial, comercial, bancaria, docente y de servicios públicos (con la excepción del transporte) no adhieren a esta medida de fuerza, por lo que la actividad debe ser normal», sostuvo la cartera que conduce Carlos Tomada.
Tras enumerar los gremios que no adhieren a la huelga convocada por las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, el Gobierno sostuvo que se le indicó a las empresas y a los sindicatos de servicios de transporte que adhieran a la medida de fuerza que deben «garantizar guardias mínimas acordadas en los respectivos convenios de trabajo».
De acuerdo a lo informado por las organizaciones de izquierda que se suman a la medida de fuerza, mañana habrá unos 40 piquetes en todo el país. Algunos de esos cortes se realizarán en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires (Puente La Noria, Puente Pueyrredón, Autopista del Oeste, General Paz y Constituyentes, y Panamericana) por lo cual la llegada de vehículos particulares también será muy complicado.
En cuanto al transporte público, no habrá colectivos por la adhesión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), ni trenes por la adhesión de La Fraternidad y señaleros. En cuanto a los subtes, la UTA anunció que paralizará los servicios, aunque el gremio mayoritario, Metrodelegados, votó en contra de la medida. Sólo es seguro que no funcionará la línea B.
lapoliticaonline.com