«Hay que ganar en la Bombonera para quedar en la historia»

Cavenaghi, autor del gol en la última alegría superclásica de visitante, dice que un triunfo pondría a River como candidato. “Hasta en el peaje me piden que le ganemos a Boca”, cuenta.

Camisa leñadora, jeans, zapatillas blancas y una enorme sonrisa. Eso es lo que lleva puesto Fernando Cavenaghi cuando se encuentra con Olé , un día después del aliviador triunfo ante Lanús y seis antes de jugar el octavo superclásico de su carrera.

Esa sonrisa, blanca, plena, asoma por delante de una barba que Ramón había puesto en remojo otra vez la semana pasada, je, diciendo que esperaba que su goleador, a esta altura del torneo, ya tuviera seis gritos. “Es un juego que hace Ramón. Ya lo alcancé en la historia y ahora quiere que lo pase. Si meto otro, me va a tener que respetar un poco más, ja”, se divierte con la estadística en la mano. Porque según su cuenta personal ya alcanzó los 95 gritos (para Olé tiene 94, porque el que le hizo a Lanús en el Clausura 2003 se le contabilizó a Alessandria en contra), cantidad que el Pelado convirtió en sus 205 partidos en River. Y el domingo, cueste lo que cueste, va por más.

-¿Aún tenés sueños de fútbol como a los 17? -Por supuesto.

-¿Y soñás con enmudecer a la Bombonera? -Sueño con hacer un gol y, sobre todo, con el triunfo. Más allá de quien la meta, un triunfo ahí nos pondría como candidatos a pelear el torneo.

-Si se te da, ¿después de las chicanas lo vas a ir a abrazar a Ramón? -¡Qué sé yo! En ese momento se te cruzan tantas cosas por la cabeza que no sé para adónde saldría. Primero, ojalá que ganemos. Después, ojalá que haga un gol. Y si se da, no sé lo que puede llegar a pasar…

-Experiencia tenés. ¿Qué recuerdo se te viene a la memoria de aquel gol en la Bombonera en el Clausura 2004, el del último triunfo de River en La Boca? -Y, levantar la cabeza y ver a toda la gente de River festejando. Un gol a Boca es especial. Muy especial. Porque ésos son los goles que quedan en la historia y los que el hincha de River nunca va a olvidar en su vida.

-¿Te quedó alguna espina clavada de los superclásicos que jugaste? -La gran espina que tuve en River fue haberme perdido la final de la Copa Sudamericana por estar en el Mundial Sub 20.

-¿En serio? ¿Y la semi…

-(Interrumpe)… Sí, ya sé. Es una cosa que ya pasó pero nunca te sacás esas espinas. Igual, en la semifinal de la Libertadores 2004 contra Boca, el equipo se fue aplaudido más allá de haber perdido porque hicimos dos buenos partidos y caímos en los penales.

-El domingo podés tomarte revancha.

-Hay que tratar de ganar en la Bombonera para quedar en la historia. Para volver a quedar en la historia de River.

-¿A los 30 se vive distinto un superclásico? -No, para nada. Siempre es igual. Los gritos de la hinchada, la semana previa… Es un partido súper importante y nunca me podría relajar. Lo que sí estoy contento de poder jugarlo y más allá de la responsabilidad que implica, voy a tratar de disfrutarlo.

-¿Se puede disfrutar un partido así en medio de tantas presiones? -Yo le busco el lado positivo: jugarlo es el sueño de cualquier chico u hombre de la Argentina. Entonces lo tomo como un privilegio.

-¿Pensás que va a ser un partido cerrado? -No sé si tan cerrado. Nosotros, de local o de visitante, proponemos ir a buscar los partidos, y Boca va a tener que salir a ganar, así que puede que se dé un partido abierto.

-¿Cuánto los preocupa la presencia de Riquelme? -Y, obviamente no nos da lo mismo. Riquelme le hace bien al clásico. Que un jugador de la clase de Román pueda estar adentro de la cancha es bueno para el fútbol. Después, tendremos que tomar todos los recaudos posibles.

-¿A Boca se le gana con fútbol o con corazón? -Con las dos cosas. Una no quita la otra: hay que correr, pero también hay que jugar y tratar de aprovechar las ocasiones. Más allá de que en todos los partidos uno deje la vida, contra Boca es especial. Por lo que significa este partido para todos, jugadores, dirigentes e hinchas, y por lo que se habla antes y después.

-¿Vas a salir menos durante esta semana? -No soy de salir mucho, me la paso en mi casa. Y nada de compras, de supermercado, y menos en estos días… -Y cuando te cruzás con algún vecino, ¿qué te dice? -Por ahora ninguno se animó, je, pero sé que me van a decir “el domingo hay que ganar”. En cualquier lado, eh, hasta en el peaje me piden que le ganemos a Boca.

-¿Benjamín, tu nene, ya te pidió un gol? -Todavía no me pidió nada. El disfruta más los partidos de local porque puede ir a la cancha. El gol a Lanús lo gritó un montón, y ahí justo me vino a ver mi abuela Norma, que en este torneo todavía no había venido desde mi pueblo, así que me trajo suerte. Pensándolo bien, la vamos a tener que traer más seguido…

-Ahora que los tienen cerca, ¿hablan con el Beto, Ortega o Enzo del superclásico? -Todavía no. Enzo siempre viene y la semana pasada, por ejemplo, hablamos del partido con Lanús. Todos vamos paso a paso: no podíamos pensar en Boca sin jugar con Lanús. Pero ahora ya nos metemos de lleno en el clásico.

-¿Qué te genera el cantito “decime qué se siente…”? -Nada, ya está, eso quedó en el pasado. Más allá de una canción o una cargada, los hinchas de River sentimos un dolor muy profundo, pero es parte de la historia y hoy hay que pensar que estamos en Primera, peleando arriba, y de a poco todo se va volviendo a encaminar.

-Sabés que si pierden Ramón volverá a ser cuestionado. ¿Cuánto les influye una situación así? -Más allá de lo que se pueda hablar afuera, nosotros estamos tranquilos. Sabemos cómo trabaja Ramón, cómo se preocupa por todo y cómo planifica los partidos, así que sinceramente no nos molesta lo que se diga. El cuerpo técnico también está tranquilo con su trabajo, aunque siempre se sabe que los que mandan son los resultados…

-Dijiste que contra Lanús hicieron un buen partido: ¿definitivamente cambiaron efectividad por juego? -Es que por momentos tuvimos buen juego. La realidad es que ellos se plantaron bien, nos complicaron un poco, todo con tiros libres o juego aéreo, y nos fueron metiendo en nuestro campo de a poquito. Pero golpeamos en el momento justo: cuando les hicimos los goles, ellos lo sintieron bastante.

-¿Te molestó que Guillermo haya dicho que ganaron con un gol de suerte y otro en offside? -No, es un juego mediático. A mí, y lo digo de verdad, me parece un gran entrenador y es muy meritorio lo que está haciendo con Lanús. Es un rival muy duro. La diferencia en este partido fue que nosotros aprovechamos las situaciones y ellos, no. El resto fue muy parejo.

-¿El domingo, cueste lo que cueste? -El domingo hay que ganar.

-La intuición no la perdiste. Antes de enfrentar a Lanús avisaste que ibas a meter un gol: ¿cuál es tu pronóstico para este domingo? -Je… Ojalá pueda meter un gol y que ganemos. Lástima que la abuela Norma no puede ir de visitante…

Fuente: Olé