Economía presentó a la Presidenta distintas líneas de trabajo. Avanzarán una vez que se concreten las paritarias más importantes para no recalentarlas.
La presidenta Cristina Fernández tiene en su despacho las distintas alternativas en las que trabajaron técnicos de los Ministerios de Economía y Planificación para recortar subsidios a los servicios públicos, indicaron fuentes oficiales. Las podas comenzarán a llegar después de que se cierren las primeras negociaciones paritarias, para no recalentar los reclamos salariales. La intención oficial es preservar de los ajustes a los sectores menos favorecidos: beneficiarios de planes sociales, jubilados e inquilinos.
El Ministerio de Economía ya acercó a la Presidenta distintos escenarios para recortar subsidios a la energía. Es algo que está hecho desde hace un tiempo largo y ahora debe definir la Presidenta, indicaron en el entorno de Axel Kicillof. Fuentes de Economía y de Planificación, no obstante, reiteraron que la agenda de corto plazo pasa por otro lado. El recorte de subsidios quedará así para después de la paritaria.
Los escenarios en los que trabajaron Kicillof y su secretario de Política Económica, Emmanuel Álvarez Agis, contemplan desde el recorte del 100% de los subsidios de raíz hasta la poda gradual, menos nociva para el consumo.
También se analizaron opciones basadas en el poder adquisitivo de la población subsidiada, que seguirían la lógica de los recortes que se implementaron entre fines de 2011 y comienzos de 2012. Bajo esa posibilidad, la quita de subsidios comenzaría por los barrios más acomodados del Conurbano bonaerense, como San Isidro y Vicente López.
Otra alternativa es el recorte de subsidios basado en los niveles de consumo. Esta opción se implementó hacia fines de 2008 y generó subas de hasta 400% en las tarifas de electricidad, y provocaron que entonces el Ministerio de Planificación de Julio De Vido diera marcha atrás con la medida.
Una opción distinta es aplicar recortes de subsidios sectoriales. Así, se avanzaría con las podas en los sectores empresarios que todavía pagan precios subsidiados, que son pocos. Aquí, la contra es el impacto que tendría la suba de costos en la actividad, en momentos en que la industria presenta números rojos y mostró una caída del 3% en enero, según el Indec.
Por último, Kicillof evalúa la posibilidad de comenzar a recortar subsidios al gas de forma progresiva y seguir más adelante, antes del verano con la electricidad, principalmente en el área metropolitana. La tarifa de gas residencial es única en todo el país, lo que facilita su manipulación. A eso se suma la intención de hacer los ajustes de manera contracíclica: gas en el otoño, antes de que el frío avance en junio, y luz a partir de septiembre. La poda comenzaría por los usuarios de mayor poder adquisitivo y las empresas. Esta alternativa, sin embargo, es resistida desde Planificación. En la cartera de De Vido consideran que el costo de generación de energía es el mismo para la luz y el gas: Se subsidia el sistema, tarde o temprano hay que avanzar tanto en luz como en gas, indicaron cerca del arquitecto.
Los subsidios llegaron en 2013 a representar el 4,5% del PBI. Los energéticos totalizaron $ 81.400 millones, o el 2,8% del Producto. La semana pasada, en el Senado, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que deberían bajar entre 2 y 2,5 puntos del PBI. Sin embargo, la devaluación complicó las cosas, ya que buena parte de la energía es importada y se paga en dólares. Según el Estudio Broda, mantener las tarifas como hasta hoy demandaría un 79% más de recursos al Estado. Sólo la energía insumiría unos $ 145.000 millones.
cronista.com