El Nochero, ubicado al noroeste de Santa Fe, sufría hasta fines de febrero por la falta de agua y desde hace una semana lucha para superar anegamientos en campos y casas
NTA FE.- De la peor sequía de los últimos 20 años a la actual inundación que aísla, social y económicamente. El cambio climático modificó drásticamente la situación de un pueblo del olvidado norte santafecino.
Lo sufre El Nochero, también conocido como Gregoria Pérez de Denis, departamento 9 de Julio, ubicado 434 kilómetros al noroeste de esta capital, próximo al límite tripartito que conforman Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero.
El Nochero se debatía a fines de febrero último por subsistir en medio de una de las mayores sequías de su historia, y sus habitantes clamaban por agua para consumo humano y animal, que desde diferentes zonas de la geografía provincial acercaban grupos de ayuda.
Desde hace una semana, sus barrios ofrecen una cara diametralmente opuesta y sus 2000 habitantes ven que su futuro está comprometido por la inundación que provocaron lluvias de gran volumen en la zona y en el extremo sudeste de la provincia de Santiago del Estero.
«En la última semana de febrero llegó la lluvia. La gran mayoría de las localidades del departamento se beneficiaron, mientras que nuestra localidad sufrió los efectos de las abundantes precipitaciones. El 24 de febrero recibimos una lluvia de 270 milímetros y dos días después cayeron otros 30 milímetros. Después, hubo lluvias de entre 40 y 60 milímetros. Pero al mismo tiempo llovieron 411 milímetros en el paraje El Cuadrado, provincia de Santiago del Estero, que por declive natural escurre hacia nuestro pueblo», explicó a LA NACION el presidente comunal de esa localidad santafecina, Fernando Díaz.
«Ese caudal pasó sobre la ruta interprovincial 35, que nos separa de Santiago del Estero, y tapó caminos, campos y, en algunos casos, ingresó en los domicilios. Todavía sigue drenando el agua desde allá y por consiguiente nosotros seguimos teniendo agua en nuestro distrito, donde el viernes pasado volvió a llover», amplió el jefe comunal.
Ante una consulta, Fernando Díaz sostuvo que todo ese caudal de agua desemboca en el este de la comuna, en un lugar que se llama la Cañada de las Víboras, un bajo grande que muchas veces sirve de reserva para el pueblo.
«Desde Santiago (del Estero) hacia la cañada, el agua viene arrasando con todo lo que son los sembrados de algodón, maíz y sorgo, y rodea al pueblo. El agua está pasando por canales que nosotros tenemos súper saturados, pero por suerte no rebasaron y no tuvimos ingreso hacia la localidad. Pero todo el distrito rural está muy complicado porque todavía viene mucha agua hacia el Este», indicó Díaz.
Ante la insistencia periodística sobre las consecuencias que podría tener la inundación, el presidente comunal de El Nochero sintetizó: «Si bien es muy temprano para medir el impacto en la producción rural y se están haciendo todos los esfuerzos para que sea el menor posible, hasta hace seis días el 80 por ciento de la producción estaba bajo el agua».
«La mayoría de los (campos de) algodones y el sorgo tienen entre 40 y 50 centímetros de agua. Pero todo está drenando hacia el bajo y nosotros estamos tratando de acelerar el escurrimiento para que los sembrados empiecen a liberarse», puntualizó.
El funcionario comunal recordó: «Venimos desde fines de 2007 hasta hace 20 días con emergencias y desastres por sequía. Recibir de golpe 270 milímetros, 30 más a los dos días y cerca de 60 milímetros en las últimas jornadas es mucho».
«La ruta interprovincial está cortada desde hace 10 días con 40 centímetros de agua y todo eso es lo que está bajando directamente hacia el Este, donde está nuestra comuna», sostuvo.
Y remarcó: «Esto no le va a servir al resto del departamento, porque el agua busca los bajos que están en los departamentos de Vera y General Obligado. Las lluvias de la semana pasada mantuvieron altas las napas subterráneas, por lo que es imposible ingresar a la zona rural», concluyó Fernando Díaz.
EL AGUA NO DA TREGUA EN CÓRDOBA
En las últimas semanas, los cordobeses se vieron afectados por graves inundaciones en varios puntos de la provincia.
Los principales ríos del valle de Punilla crecieron varios metros por sobre su caudal después de las lluvias del viernes y produjeron anegamientos en varias localidades. En Villa Carlos Paz, la crecida de más de cinco metros del arroyo Los Chorrillos inundó la zona oeste de la ciudad, arrastró vehículos estacionados en la costanera y destruyó una casa.
En el valle de Punilla, Bell Ville lleva 12 días con el agua del río Calamuchita asediando a la ciudad. «El 25 por ciento de la localidad está anegada. En la zona norte hay sectores que tienen hasta un metro de agua», indicó al diario La Voz del Interior, Ricardo Pederzoli, subjefe de Bomberos Voluntarios de la ciudad. En esta zona de la provincia también están afectadas Villa María y Villa Nueva, cuyas escuelas estuvieron cerradas por el fenómeno..
Fuente: La Nación