Lo acusan de enviarle un mail intimidatorio a Zorzoli para que levantara las sanciones.
Un alumno del colegio Nacional Buenos Aires fue procesado por la Justicia por las amenazas que recibió el rector, Gustavo Zorzoli, en octubre del año pasado. El chico está acusado de haberle enviado un mail intimidatorio, luego de que la institución le aplicara medidas disciplinarias a un grupo de alumnos por la toma que terminó con serios destrozos en el colegio y en la iglesia San Ignacio de Loyola.
“Sacá las sanciones o se pudre todo la p… que te parió, mirá que sabemos donde vivís”, decía el cuerpo de un mail anónimo que le llegó a Zorzoli. A pesar de que el rector no le dio importancia, a los pocos días recibió un llamado telefónico en su domicilio, donde volvió a ser amenazado. Entonces hizo pública la denuncia y comenzó una investigación que identificó como presunto autor del correo a un alumno llamado Tomás, quien ahora cursa quinto año.
En declaraciones mediáticas, el chico dijo ayer que no se arrepiente “porque yo no lo hice, lo que sí me arrepiento es de esta situación”. Según su versión, él participó de una broma, de la que también fueron parte otros compañeros. Afirma que él no mandó el mail y que ahora termina procesado porque fue el único que se hizo cargo de la situación.
En la causa, que lleva el juez Norberto Oyarbide, también se investigan los destrozos a la iglesia San Ignacio de Loyola y la autoría de los llamados telefónicos posteriores.
Consultado por Clarín, Zorzoli dijo que estaba al tanto de la causa judicial y del procesamiento del joven, pero le restó importancia. “Nosotros sabíamos que estaba todo en proceso. Después de las indagatorias, el fiscal (Gerardo Pollicita) cree que hay mérito para pensar que este chico es el responsable, y el juez determinó el procesamiento. Desde el punto de vista institucional, él ya se había acercado a nosotros, habíamos charlado con su familia, y nos había pedido disculpas. Hubo una sanción disciplinaria, quedó libre y tuvo que dar las materias”, explicó el rector.
En octubre del año pasado, el colegio Nacional Buenos Aires había sancionado a un grupo de alumnos por los destrozos ocasionados en las instalaciones del edificio y en la iglesia San Ignacio de Loyola, que está conectada con el Nacional por un túnel. Los daños se produjeron durante los días que el colegio permaneció tomado, en el marco de una serie de protestas en escuelas de toda la Ciudad. Dentro del establecimiento –ubicado en Bolívar 263– se encontraron “escenas escatológicas sobre la fotocopiadora”, peces muertos y matafuegos vaciados.
Pero los daños a la iglesia –que se estimaron en 14 millones de pesos– hicieron que toda la atención se centrara en el Nacional. Finalmente, el colegio decidió sancionar a un grupo de alumnos. Fue entonces cuando comenzaron las amenazas a Zorzoli.
La Justicia pudo probar que Tomás envió el mail desde la cuenta de otra persona, pero usó su usuario de Wi-Fi para entrar a la red del colegio. Esto lo delató. Oyarbide decidió procesarlo sin prisión preventiva y levantarle un embargo de 2.000 pesos. “(Tomas) tuvo como propósito obligar al rector para que retirara el pedido de sanciones a los alumnos que habían participado de la toma del Colegio entre el 17 y el 27 de septiembre”, afirma el escrito. Zorzoli anticipó a Clarín que en las próximas semanas también podría haber novedades en la causa por los daños en la iglesia.
Fuente: Clarín