Quienes conocen íntimamente el negocio de los usados aseguran que hoy en día no hay valores, ya que todavía no se terminaron de confeccionar las listas definitivas de precios de los 0Km.
El aumento de los impuestos internos, sumado a la reciente devaluación ya comienza a tener efecto en las ventas de las concesionarias de autos y motos.
Después de un 2013 récord en transferencia de vehículos usados, este nuevo año comenzó -pese a un volumen de comercialización importante en enero (165.191 unidades), dado por las ventas de diciembre y transferidas en el primer mes del año- con otra realidad.
Según Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor, «el aumento de impuestos internos en los autos que superan los 170.000 pesos y el cambio del valor del dólar oficial creó un cóctel explosivo que llevó a la paralización del mercado».
Según el directivo, el panorama de cara al futuro cercano es preocupante. «Se crearon, en todo el país, infraestructuras de acuerdo con los volúmenes de venta que se venían dando. Se capacitó personal mirando un futuro prometedor. Pero hubo cambio de reglas para el mercado».
Según publica Bae, quienes conocen íntimamente el negocio de los usados aseguran que hoy en día no hay valores, ya que todavía no se terminaron de confeccionar las listas definitivas de precios de los vehículos 0km. Por supuesto que las concesionarias de autos nuevos y las terminales no escapan a ese clima de preocupación.
«Hasta fines del año pasado nos veníamos quejando sobre la falta de financiación por parte de las entidades bancarias, ahora y por mucho tiempo, tendremos que convivir sin ella», agregó el presidente de la Cámara del Comercio Automotor.
Motos, también complicadas
El impacto de los impuestos también se hace sentir en el sector de las motos. Según aseguran en la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam) durante este mes se desplomaron los patentamientos más de un 50% con respecto a los primeros 18 días de febrero de 2013. Fueron 15.895 contra las 32.010 del año pasado.
Por otra parte, aseguran, las ventas de las terminales a las concesionarias cayeron más de un 70 por ciento.
En ese contexto, la entidad le solicitó al Gobierno la cancelación del impuesto interno a efectos de no paralizar la fabricación nacional de motos alcanzadas por el nuevo gravamen, cuando su valor de fábrica supera los $28.000.
Según la entidad, el fuerte ajuste del tipo de cambio sufrido en enero, el incremento de los costos de los créditos al consumo, la retracción de la oferta de crédito y la aplicación de las nuevas alícuotas de impuestos internos, pondrían en riesgo la subsistencia de proveedores, empresas terminales y concesionarios».
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