Razones de una caída que a River le puede doler más de la cuenta

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La expulsión de Balanta, la inclusión de un sólo defensor en el banco de suplentes, el bajo nivel de Ponzio, causas que hicieron volver a ver al «viejo River».

Luego del gol de Fernando Cavenaghi, daba la sensación de que nada podía detener al River de Ramón Díaz. ¡Iban apenas 10 minutos de partido! Sin embargo, se desmoronó. Incurrió en errores del pasado, volvió a sentir esa debilidad que tuvo el campeonato anterior y se sostuvo con un arquero que, abajo en el resultado parecía infalible, pero tuvo responsabilidad en el tanto del empate. Pocas alternativas en el banco, una expulsión que sufrirá el próximo fin de semana y el bajo nivel de algunos nombres, las razones para entender la caída de River, más allá del buen planteo y la entrega del Godoy Cruz de Almirón.

En el banco, apenas un defensor. Es cierto que, a priori, se esperaba un River protagonista y un Godoy Cruz más cauto a la hora de jugar. Por eso, el riojano apostó por nombres más «ofensivos» entre los suplentes. Apenas un defensor -Funes Mori- y un volante defensivo -Ledesma-; el resto arriba: Fabbro, Villalva y Menseguez.

Con la lesión de Mercado, se evidenció la falta de alternativas para el esquema que propone el riojano. Entró Funes Mori, Balanta pasó a jugar de libero y el mellizo junto con Pezzella, por los costados. Así, Barovero perdió salida: ni Funes Mori ni Pezzella saben con los pies como el colombiano y Mercado. Godoy Cruz lo entendió y presionó las salidas, así ahogó al equipo de Ramón.

Una expulsión que lo complica más mucho. Alvarez Balanta dejó a River con 10 justo cuando parecía que el equipo de Ramón podía llevarse el triunfo. Dudosa o no, ya había sido amonestado y recibió la segunda tarjeta de forma infantil. Obligó a modificar una vez más la defensa (pasó Pezzella de libero y Ponzio por derecha) y por allí terminó siendo el segundo del Tomba, donde Ponzio salió muy lejos y perdió la marca.

Lesionados y expulsados. Con la lesión de Maidana, Mercado y la expulsión de Balanta, Ramón Díaz no podrá contar con ninguno de sus tres defensores «ideales» ante Colón, la próxima fecha. Quizás modifique el esquema y pase a jugar con cuatro en el fondo, con Vangioni de vuelta como lateral izquierdo y el juvenil Vega por derecha. El del domingo será un partido duro para River, por las bajas y porque Colón viene de ganar y necesita sumar por su complicada situación en los promedios.

Los puntajes de River: Pezzella, Balanta y Ponzio, aplazados
Rendimientos buenos y regulares. La forma de jugar del River de Ramón ya es evidente. Necesita golpear rápido, ser contundente y aprovechar los momentos en los que Lanzini está enchufado. Después depende de la fortaleza de una defensa que no se termina de acoplar y un arquero que vive apagando incendios. Entre los más irregulares, Leonardo Ponzio, pese al gol en la primera fecha, quien no termina de ser ni el cinco de marca -posición que el juvenil Kranevitter está descubriendo de a poco- ni el socio de Lanzini. Obliga a Teo y Cavenaghi a jugar mucho más lejos del área para generar peligro.

Ayer fue Teo la manija para el gol de Cavenaghi, una sociedad que crece de a poco. Carbonero fue de lo más regular y a Vangioni -al igual que en Rosario- Almirón lo hizo jugar más retrasado con un hombre a sus espaldas. Lanzini continúa enchufándose de a ratos, sin ser ese conductor que el riojano pretende.

Con la variante de Ledesma, Ramón buscó un poco más de equilibrio, pese a que fue muy cuestionado por los hinchas que pedían una variante ofensiva. Ingresó por Lanzini para trata de darle pausa a un equipo acelerado y colaborar con Kranevitter en la mitad de cancha -Ponzio estaba de defensor-, pero terminó perdiendo y ese cambio significó las críticas de muchos simpatizantes.

¿Una posible sanción del estadio? Será cuestión de los organismos de seguridad determinar si el próximo partido en Núñez, ante San Lorenzo, River jugará con o sin público. La madera que cayó en la espalda de Grimi, cuando el Tomba festejaba el segundo gol, puede marcar una sanción que le dolerá tanto a los hinchas -pese a que fue uno sólo quien la tiró- como a la dirigencia y al equipo, que podría enfrentar un clásico sin hinchas, pese a que ayer descargaron toda su bronca con el equipo millonario.

El árbitro, flojo. Pablo Díaz no tuvo su mejor noche en el Monumental. Le anuló mal un gol a Godoy Cruz, expulsó a Balanta con una segunda amarilla que no muchos vieron y en muchas divididas dejó jugar, cuando eran claras faltas. Prefirió no mirar una patada de Teo en la mitad de cancha y no cobró tampoco un foul sobre el delantero colombiano en el borde del área.

Pese a todo, apenas pasaron tres fechas del torneo. Si bien el comienzo para River era accesible desde el fixture, la caída de ayer fue un golpe duro. Colón y San Lorenzo en el horizonte, los objetivos inmediatos que tiene el equipo de Ramón para recuperar el camino.

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