En una Bombonera atípica, Boca siguió con su andar torcido

boca
En una cancha sin público, el conjunto de Carlos Bianchi sufrió otra vez por las fallas defensivas y cayó 3-2 ante Belgrano. El Xeneize lleva seis encuentros oficiales sin victorias y sigue sin sonreír en este 2014.

Sin hinchas, sin alegrías y sin signos de que la situación vaya a cambiar. En una Bombonera atípica, Boca siguió con su andar torcido, alcanzó los seis partidos oficiales sin victorias y sumó una derrota que duele. Belgrano se hizo fuerte lejos de Córdoba y lo sorprendió al vencerlo por 3-2.

El mazazo lo recibió a domicilio en una noche extraña. Es que su público no pudo ingresar a la Bombonera por una suspensión, debido al uso de pirotecnia en el último partido del Inicial. Esa carencia pareció tranquilizar al Xeneize, que a los 6 minutos se puso en ventaja con un gol de Forlin. Pero el equipo de Carlos Bianchi está débil, y su aparente buena salud se consumió con el paso de los minutos. Rigoni, Lollo (de penal) y el Picante Pereyra sepultaron toda esperanza, otra vez, en el segundo tiempo. El juvenil Acosta (que revitalizó a Boca) acortó la brecha, pero con fines apenas decorativos.

El Virrey ya no sabe qué hacer. Con Riquelme, confió en su dibujo tradicional con enganche. Luego apostó por el 4-4-2, tampoco tuvo suerte. Rompió los moldes con tres mediocampistas ofensivos y un delantero, le fue peor que nunca. Volvió a un dibujo más conservador, siguió sufriendo. Evidentemente, el problema no es táctico.

El Virrey pidió varias veces un cambio de actitud (anoche también lo hizo). Pero parece que ese tampoco es el inconveniente. El pesar del Cata Díaz, el dolor de Nahuel Zárate por sus errores y la impotencia de Gago dejan en claro que hay ganas. ¿Cómo es entonces que unos titulares que acumulan 39 títulos no dan pie con bola? Es un caso para el diván. Sobra prestigio individual y, cuando se los junta, es un descalabro: el Burrito se tropieza más de lo que elude, Pintita toquetea sin dañar, el Cata falla como un pibe y el juvenil Zárate comete las equivocaciones lógicas para sus 21 años, pero agigantadas en un ambiente de inestabilidad.

En una Bombonera pálida, Boca quedó desnudo.

Vacío.

larazon.com.ar