Civiles armados toman un bastión narco en México

AutodefensasGrupos de autodefensas que han expulsado al Cartel de los Caballeros Templarios de varios poblados del occidente de México ingresaron el sábado a la ciudad de Apatzingán, controlada por los narcotraficantes y trabajaban con fuerzas del gobierno para desalojar a los narcos, dijo un líder de las milicias. Un periodista de AP vio ayer a decenas de miembros de las autodefensas, que portaban camisetas blancas para identificarse, mientras ingresaban a Apatzingán en camionetas. La ciudad de 100.000 habitantes en el estado de Michoacán llevaba varios años bajo control de este cartel.

“Son las fuerzas federales en coordinación con algunos grupos de autodefensa’’, dijo el líder Hipólito Mora a AP por teléfono desde el centro de Apatzingán. “Otros muchachos de grupos de autodefensa que andan (alrededor de la ciudad) y están cooperando con el gobierno federal”. El control de los Templarios solía ser tan completo que hubiera sido impensable que ningún rival ingresara a Apatzingán. Con frecuencia viajaban en vehículos marcados con una cruz roja y patrocinaban manifestaciones en las que exhortaban a la policía a salir de la ciudad.

El cartel dice ser una orden mística cristiana dedicada a proteger a la población de las fuerzas armadas y de la policía. Operaba “escuelas de entrenamiento’’, incluida una en Apatzingán, donde se impartían cursos de liderazgo acompañados por una mezcla de religiones asiáticas y el catolicismo en los que se mostraba a los integrantes del grupo como hombres honorables. Sus miembros no sólo vivían del contrabando de metanfetamina y marihuana, además de la extorsión, sino que también controlaban la economía local.

A fines del mes pasado el gobierno de México legalizó el cada vez mayor movimiento de autodefensas en Michoacán y dijo que los incorporarían a unidades militares llamadas Cuerpos de Defensa Rural. Las autodefensas dicen contar con unos 20.000 hombres armados y comenzaron a formarse en febrero pasado para combatir el reinado de los Caballeros Templarios después de que la policía y el ejército no lograron detener los abusos.

Fuente: Clarín