Una pareja de profesionales sufrió un violento robo en su coqueto chalet de 15, 33 y 34. Al hombre le fracturaron el tabique de una patada y a la mujer la apuntaron con una 9 milímetros tras arrastrarla de los pelos. Hay cinco detenidos
Un matrimonio de Barrio Norte vivió una noche de terror el pasado sábado cuando fueron abordados por cinco delincuentes, quienes no sólo le robaron dinero en efectivo, joyas y otros elementos de valor, sino que golpearon ferozmente al hombre hasta romperle el tabique a patadas. Finalmente, todos fueron capturados durante la huída.
Según fuentes judiciales y policiales, el episodio sucedió alrededor de las 22.30, cuando el matrimonio de profesionales regresaba de las vacaciones a su casa de 15, 33 y 34. Una vez adentro, fueron sorprendidos por cuatro ladrones, mientras que otro se quedó en la puerta haciendo de campana.
A gritos y amenazas de muerte, uno de los malhechores le rompió el tabique al empresario y después se quedó golpeándolo por varios minutos, pese a que el matrimonio, identificado como Rubén Héctor Bermúdez y Leandra Desimone, no se resistió en ningún momento. “Querían más, creían que teníamos dólares”, dijo Desimone, secretaria del juzgado correccional número 1. Después de la golpiza, y siempre siendo apuntados por las armas, una de ellas una 9 milímetros con proyectiles con punta de teflón, los ataron con precintos y los dejaron inmovilizados, mientras buscaban por toda la vivienda elementos de valor.
Media hora negra
El episodio se extendió por media hora, en donde apuntaron a la mujer a la boca con la pistola y la arrastraron por el piso, tirándola de los pelos y amenazándola con “sacarla a pasear” sino les decían dónde tenían el dinero.
Cuando el quinto delincuente, que hacía de campana, le gritó a sus compañeros que acababa de llegar la policía, la pesadilla parecía llegar a su fin, pero no fue así. Uno de los malhechores agarró a Desimone del cuello y le dijo: “ahora se pudrió todo”, aunque finalmente terminó huyendo junto al resto por la puerta de atrás.
“Los trataron con una extrema violencia innecesaria, ya que el matrimonio no opuso resistencia”, dijo una fuente judicial.
Efectivos policiales salieron detrás de ellos y lograron atrapar a dos en las inmediaciones, mientras que a los otros tres los apresaron arriba de un taxi, en 122 y 60. Identificados como Luis Alberto Gamboa, Marcelo Javier Moreno, Isidro Ismael Sanabria Acosta, Quintin Daniel Sanabria y Pablo Ezequiel Silva Cordoba, se les secuestraron las armas empleadas y las joyas sustraídas.
La causa, caratulada como “Privación ilegal de la libertad, portación ilegal de arma de guerra, robo agravado por el empleo de arma”, es investigada por el fiscal Marcelo Romero, quien justamente pidió las detenciones para los presuntos responsables del hecho, al encontrar varios elementos probatorios en su contra, y hoy les tomará declaración.
“Ya no se puede estar tranquilos”
La inseguridad no se detiene en las calles de la ciudad. El violento ataque al matrimonio de profesionales en su chalet de 15 entre 33 y 34 es apenas una muestra más. Ya no se está seguro en ningún lado. Ni en Barrio Norte ni en Melchor Romero, en donde una familia pasó una noche de terror en la madrugada de ayer (ver página 2).
En ambos casos, los dos ocurridos con apenas tres horas de diferencia, los delincuentes se manejaron con un dato previo, con un trabajo de inteligencia. A la familia de Romero les decían –mientras los apuntaban con armas- que los “habían vendido” y que querían “los 70 mil pesos”. Al matrimonio de Barrio Norte los abordaron cuando llegaban de las vacaciones, y los ladrones no tuvieron inconvenientes en sortear los problemas de seguridad de un coqueto chalet. Se manejaron con información recolectada de antemano. Y actuaron con suma brutalidad.
Una vecina de la zona, que vive justo enfrente del matrimonio asaltado en la noche del sábado, le dijo a Trama Urbana que “roban siempre acá, ya no se puede estar tranquilos”. Contó que ella estaba en su casa junto a su marido cuando de repente escuchó “gritos muy fuertes, como de alguien en pleno ataque de nervios” y poco después vio pasar “muchos patrulleros y ambulancias. Oí las sirenas y espié por las ventana para ver lo que estaba pasando”. Y contó que el matrimonio vive relativamente hace poco en la zona: “hace como dos años, ya que los que estaban antes vendieron”.
diariohoy.net