EL PECADO DE SER “MAYOR”

El primer día de febrero del 2004 (domingo lluvioso) Clarín llegó a nuestras manos con una nota en doble página de la Sección Economía que cambió el rumbo de muchos “excluidos” que teníamos que esperar años para jubilarnos.

Aquella nota mostraba el resumen de cientos de mensajes que se recibieron en la sección Cartas al País de Clarín durante los últimos meses del año 2003 dando cuenta a un reclamo legítimo : trabajo o prestación jubilatoria.

Formábamos parte de esos trabajadores que quedamos en una grieta provocada por el desempleo y la reforma previsional de 1994; muchos carecíamos de obra social o cobertura médica prepaga y a pesar que contábamos con una riquísima experiencia laboral no conseguíamos un trabajo formal por la edad, éramos “viejos para trabajar y jóvenes para jubilarnos”.

De aquélla cumbre de prejubilados donde decidimos formar un frente para reclamar trabajo, jubilación o cualquier auxilio que nos rescatara nació la ASOCIACION 50 A 60 que presido y presentó al Congreso un anteproyecto de ley confiando que el Gobierno incorporara en la agenda la discusión del tema y encontrara una solución.

La denominación 50 a 60 es sólo ilustrativa, ya que siempre nos preocupa la               dificultad de conseguir trabajo a partir de los 45 años. Trabajamos por los derechos               de todos los adultos mayores.

Esa solución llegó finalizando el 2004 cuando en diciembre se aprobó en ambas Cámaras legislativas el proyecto de ley denominado “Prestación Anticipada por Desempleo” – Ley 25994. Dicha ley que estuvo vigente hasta el 30 de abril del 2007 permitió acceder al beneficio a más de 500.000 personas que contaban con 30 años de aportes y no alcanzaban la edad establecida para solicitar la jubilación ordinaria.

Entre mayo de 2007 y noviembre de 2013 nuestra Asociación promovió más de diez (10) iniciativas legislativas para reinstalar una ley con similares características. Los proyectos se debatieron en comisiones alcanzando Dictamen favorable sin disidencias, pero lamentablemente no tuvieron tratamiento en Sesión Plenaria y perdieron estado parlamentario.

Sancionar una nueva ley de “jubilación anticipada” es cumplir con la solidaridad social que consiste en colaborar de manera desinteresada con el bien común y el orden social. Y no puede haber orden social sin la inclusión de esos ciudadanos que perdieron el derecho de acceder al beneficio previsional porque la ley 25994 llegó a su finalización y éstos nunca pudieron reinsertarse en el mercado laboral.

Transcurrieron 10 años desde aquél febrero de 2004 y mientras el país envejece y la población adulta crece en forma récord, el reclamo no perdió actualidad y la discriminación laboral por edad es la causa visible del problema.

La discusión sobre los fondos del ANSeS cobra vigencia día a día. Es hora de preguntarse, entonces, si estas personas discriminadas del mercado laboral son culpables de los pésimos manejos que el Estado hizo y hace de sus recursos y, de brazos cruzados deben seguir esperando la sanción de una nueva ley de “jubilación anticipada”.

En nombre de la ASOCIACION 50 A 60 convocamos a quienes se encuentren comprendidos en esa franja de la sociedad que está desempleada, cuenta con 30 años de aportes y aún no alcanzó la edad para solicitar el beneficio jubilatorio a sumarse a un nuevo anteproyecto que presentaremos en el mes de marzo cuando comience el período legislativo.

Nuestro lema sigue vigente: LA UNION HACE LA FUERZA y si nos comprometemos seguramente podremos reeditar aquel glorioso año 2004.

Alicia Gaitán:  Presidenta   de la    ASOCIACION 50 A 60

 

Fuente:  www.asociacion50a60.org.ar