En Bariloche los lagos les ganaron a las montañas

barilocheLos días de calor hicieron que la gente eligiera las playas antes que el trekking.

En Bariloche, enero fue playero. El calor que hizo empujó a miles de personas a los lagos, antes que a emprender caminatas por los senderos de trekking. La semana del 13 al 19 tuvo un promedio de 29 grados con una máxima de 32 grados el 16 de enero. Sólo 3 puntos por debajo de la marca histórica de 2005, cuando se dio un pico de 35,5 grados. Y según estiman desde la Oficina de Turismo Municipial, la ciudad batirá en enero su récord de visitantes con casi 100 mil turistas. En la práctica muchos de lo que comenzaron a hacer los típicos Circuito Chico y Grande, interrumpieron sus paseos para atreverse a poner un pie en las aguas patagónicas. “¿Uno puede dejar el auto acá no más?”, le preguntaba el domingo un padre de familia al dueño de un precario puesto de bebidas instalado a metros del lago Gutiérrez. “Dónde quiera, hombre, acá nadie va a venir a cobrarle estacionamiento”, le respondía el comerciante. A sus espaldas, una postal: la playa blanca, bañada de aguas turquesa y las montañas.

De acuerdo a las estadísticas municipales entre 28 y 30 mil turistas se encuentran alojados por estas horas en Bariloche. Durante todo el mes, la ocupación promedio superó el 80 por ciento con picos del 100. El buen clima con cielos despejados terminó haciendo elevar levemente la temperatura de los lagos. El Nahuel Huapi, por ejemplo, llegó a los 16 grados cuando la media oscila entre los 13 y los 14 grados. “Los dos grados extra no se notan demasiado en la piel pero algo es algo y si tenés un traje de neoprene podés andar tranquilo porque el agua está mansa”, le dice a Clarín el isntructor de natación, Nacho Acuña, en Playa Bonita a orillas del Nahuel Huapi. “Este verano vino una gran cantidad de gente en auto particular y esto hizo que las playas estuvieran llenas todo el tiempo. Con las temperaturas altas el turista recorre más, busca más y entonce se encuentran con los lagos y lugares que son refugios naturales para bañarse”, reflexiona Daniel García, Presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche.

El turista promedio eligió las playas más cercanas a sus hoteles ubicadas a lo largo de la Avenida Bustillo: Playa Bonita, Ñireco y Bahía Serena. Playa Bonita tuvo jornadas con 3 mil personas, según los playeros del lugar. Es una de las preferidas de los jóvenes que la pueblan de música, baile y deporte haciéndola la menos tranquila del menú local. Bahía Serena es su versión soft aunque algunos fines de semana los turistas se encuentran con los ritmos de La Recuerda candombe, un grupo conformado por percusionistas de Uruguay y la Argentina. En la de Ñireco, en el centro, se realizan todos los miércoles espectáculos de música.

Fuente: CLarín