El fantasma de la tuberculosis vuelve con la crisis

2014012319051332105Los profesionales están preocupados: cuanto menos trabajo, más pobreza. La gente se junta en pisos patera y si hay un caso puede extenderse. El Raval de Barcelona y el centro de Madrid son importantes focos de la bacteria

 

La bacteria atacaba a las bellas heroínas de las novelas del siglo XIX que tosían hasta empapar sus pañuelos blancos de sangre y morían rendidas por la fiebre. Su belleza, su fragilidad y la palidez casi fantasmal de sus rostros mitificó la enfermedad. Para la Europa ‘romántica’, la tuberculosis simbolizaba la sensibilidad, la creatividad y la vida bohemia. Sin embargo, la adoración chocó de bruces con la realidad cuando se descubrió que la afección estaba directamente relacionada con la pobreza y la insalubridad. Pasó de ser una enfermedad poética a simbolizar la injusticia social.

En España, al finalizar la Guerra Civil, el hambre y la desnutrición sembraron el país y los casos de tuberculosis se dispararon. “Desde los años 90 España siempre ha tenido cifras muy altas de tuberculosis. Partíamos de una situación muy complicada porque tuvimos tuberculosis durante la Guerra Civil y también en los años cincuenta, sesenta y setenta. Y después llegó la epidemia del sida”, explica a ESTRELLA DIGITAL Javier García, responsable de la unidad de tuberculosis del Hospital de La Princesa de Madrid.

El mal no está erradicado, de hecho, según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2011 medio millón de personas padecieron tuberculosis en Europa y alrededor de 44.000 murieron. España presenta las peores cifras después de Grecia y Portugal. “Aún estamos entre ocho y nueve mil casos al año, una cifra claramente elevada, es el doble o el triple que países como Francia o Alemania. Sólo nos supera Grecia y Portugal. Ahora mismo también preocupa la situación de los países del este”, asegura el doctor.

La enfermedad brota entre los estratos más desfavorecidos de la sociedad, donde hay desnutrición, hambre, marginación, hacinamiento y pobreza extrema. Por eso, el impacto de la crisis preocupa a los profesionales sanitarios. “No tenemos datos fehacientes ni sabemos lo que va a ocurrir pero es verdad que nos preocupa porque si hay un menor nivel económico, si hay menos trabajo, si hay menos sueldo hay más pobreza, la gente se junta en pisos patera y si hay un caso de tuberculosis puede extenderse”, comenta García.

Los recortes, el blindaje a la asistencia sanitaria gratuita a toda la población y la desaparición de ayudas para la investigación de nuevos métodos diagnósticos o nuevos fármacos, repercute en la propagación de la bacteria. “La desaparición de la asistencia sanitaria gratuita y universal que deja fuera a los inmigrantes irregulares, es una barbaridad. Se les deja de atender y entonces a los que están enfermos, ¿quién les hace el seguimiento? Después de detectar la enfermedad hay que continuar con el tratamiento, vigilar si hay complicaciones, que siga tomándose las pastillas, cambiar las pastillas cuando pasen dos meses, etc.”, denuncia García.

Aunque en un primer momento se asoció el aumento de casos de tuberculosis en nuestro país con la llegada de inmigrantes durante el desarrollo económico, ahora el perfil puede cambiar a causa de los efectos de la recesión. “Con motivo de la crisis el perfil puede cambiar porque ya este año y el pasado están llegando menos inmigrantes y además se están marchando también muchas personas. Seguimos teniendo focos importantes de tuberculosis en barrios degradados y pobres, como es el barrio del Raval en Barcelona o como en barrios del distrito centro de Madrid. Si mejora la situación económica, hay más recursos y más igualdad, habrá menos tuberculosis. Pero si esto no se lleva a cabo puede ser problemático para el futuro”, afirma García.

Tuberculosis en El Raval

Según un estudio elaborado por expertos de la Universidad de Barcelona, la enfermedad ha aumentado entre inmigrantes residentes en el barrio barcelonés de El Raval debido a que “no mejoran las condiciones de vida de este colectivo”.

Los expertos piden que se incremente la vigilancia «independientemente del tiempo de residencia de los inmigrantes en el país».

El análisis ha sido elaborado con datos recopilados entre 2001 y 2005 de 3.132 inmigrantes de renta baja atendidos en el Centro de Atención Primaria (CAP) Raval Nord.

Según la OMS, la tuberculosis es la segunda causa mundial de mortalidad, después del sida. En 2012, 8,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,3 millones murieron.

 

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