Los cambios a la Constitución egipcia, suspendida desde el derrocamiento de Mohamed Morsi, refuerzan el papel de las Fuerzas Armadas y rebaja el tono islamista de la anterior Carta Magna.
El nuevo proyecto de Constitución de Egipto, que enmienda la aprobada en 2012 y suspendida tras el golpe de Estado del pasado julio, está siendo votada en referéndum durantes las jornadas de ayer y hoy y ha sido calificada como la «base para un sistema de Estado moderno», según algunos activistas.
El texto, compuesto de 247 artículos, rebaja el tono islamista de la anterior Carta Magna y refuerza el papel de las Fuerzas Armadas, que trazaron la hoja de ruta de la etapa de transición tras el derrocamiento militar del presidente Mohamed Morsi.
La nueva Carta Magna consta de 11 artículos más que la Constitución de 2012. Las diferencias más importantes entre ambas son las siguientes:
DERECHOS FUNDAMENTALES
Según expertos y activistas, la nueva Constitución contempla más derechos y libertades que la anterior. Entre otros, obliga al Estado a garantizar la independencia de la prensa. También es novedosa la prohibición de toda actividad política «con una base religiosa». Según el artículo 4, la soberanía reside sólo en el pueblo, que la practica, la protege, es la fuente de poder y preserva la unidad nacional, que se basa en los principios de equidad, justicia e igualdad de oportunidades. Asimismo, el artículo 73 establece que los ciudadanos tienen derecho a organizar reuniones públicas, manifestaciones y todo tipo de protestas pacíficas sin llevar armas, y deben notificarlas tal como establece la ley.
RELIGIÓN
El artículo 2 establece que «el Islam es la religión del Estado». En consecuencia, «los principios de la Sharia (la ley islámica) son la principal fuente de legislación». Esta formulación ya figura desde el año 1971 en la Constitución egipcia. Sin embargo, se eliminó el artículo 219 de la antigua Carta Magna, que definía de manera más completa los principios de la Sharia. Además, el artículo 64 estipula que la libertad de creencia es absoluta. El Estado garantiza la libertad y la práctica de los ritos religiosos, y regula la ley para poder construir lugares de culto de las religiones monoteístas.
EJÉRCITO
El poderoso ejército conserva muchos privilegios. El artículo 234 le da derecho a elegir en los próximos ocho años al ministro de Defensa. Muchos activistas critican especialmente el artículo 204, que también permite los procesos contra civiles ante tribunales militares. Mientras que el artículo 152, instituye que el presidente es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, no declara la guerra ni envía fuerzas armadas a una misión de combate fuera del país sin consultar al Consejo Nacional de Defensa y con la aprobación de la Cámara de Diputados por una mayoría de dos tercios. Si la Cámara no existe, debe tomar la opinión del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y la aprobación del Consejo de Ministros y del Consejo de Defensa Nacional.
PARLAMENTO
La nueva Constitución debilita la posición del Parlamento en relación al presidente. También elimina el Consejo de la Shura, la Cámara Alta, y deja el poder legislativo únicamente en manos de la Cámara de Representantes. Ell artículo 136 estipula que el presidente de la República no puede disolver la Cámara de Diputados, salvo en caso de necesidad, mediante un decreto motivado y después de que lo apruebe el pueblo en un referendo.
Fuente: http://www.latercera.com/