En la vía de acceso al Centro hay efectivos de la Policía Metropolitana. La Gendarmería también vigila los terrenos ferroviarios que habían sido ocupados. El lugar estuvo ocho días seguidos cortado.
“El que se quema con leche, ve una vaca y llora“. El famoso dicho encaja perfecto. A una semana de que se levantara el corte de la autopista Illia que dejó inmovilizada esa vía por ocho días, nuevamente fuerzas de seguridad, tanto de Nación como Ciudad, custodian la zona para evitar otro piquete.
La autopista -uno de los principales accesos a Capital Federal- amaneció ayer con una gran cantidad de efectivos de la Policía Metropolitana. Pero también están los de la Gendarmería, que custodian el predio del Ferrocarril Belgrano Norte por orden de la Justicia Federal. Ese es el sector que había sido ocupado por decenas de familias por la crisis habitacional.
La postal de la seguridad sorprendió, sobre todo porque durante más de una semana, en pleno piquete, ninguna de las dos fuerzas se había hecho cargo del desalojo y tanto las autoridades porteñas como las nacionales se reprocharon la inacción.
La autopista Illia estuvo insólitamente cortada por completo durante ocho días corridos. Un grupo de personas que fueron sacadas de tierras del Belgrano Norte, detrás del edificio de Canal 7, decidieron cortar los carriles. Pedían 50 mil pesos para construir una vivienda en tierras fiscales o una casa. La Metropolitana, fuertemente criticada en su momento por la represión en un desalojo en el hospital Borda, decidió no sacar a los manifestantes por la fuerza. Nación, desde un primer momento, negó la ayuda de la Policía Federal y de Gendarmería. Tras varios días, hubo acuerdo con las personas, que serán asistidas por Desarrollo Social.
Fuente: La Razón