Ramón Díaz conoce el pulso del hincha y por eso pondrá «lo mejor» contra Boca. «Es un partido que la gente siente», avisa el DT que quiere repetir el inicio del 2013.
El presidente ya colgó el saco, revoleó la camisa y se ajustó la malla: “A Boca le quiero ganar siempre, hasta en la playa”.
El ídolo con traje de secretario técnico se muere por prenderse aunque sea en ese picadito en la arena pero, siempre correcto en su discurso, a su manera avisa que “queremos ganar los superclásicos”.
El líder que otra vez volvió más por el corazón que por los morlacos se relame con “el partido más lindo para jugar” y, curtido por sus otras dos etapas en el club que lleva tatuado en la cintura, sabe que “contra Boca hay que ganar todo lo que se juegue”.
No importa cuál sea el rol que ocupe cada uno. Acá, en la intimidad del Elegance, entre los cerros de Tandil, aflora el fanatismo, la pasión por los colores. Y si hay alguien que conoce como pocos el pulso del hincha de River, ése es Ramón Díaz: “Es un partido que la gente siente y por eso ante Boca vamos a poner lo mejor”.
Lo mejor, por el momento, es el equipo que el sábado a la mañana goleó 4-0 a Ferrocarril Sud, con Cavenaghi y Teo como dupla ofensiva y el 3-4-1-2 como novedad. Bah, novedad… Hace un año, el riojano también paró este dibujo en el reencuentro con Bianchi, le dio una paliza y el 2-0 quedó corto. Ese fue el primer Súper de una pretemporada que los dos grandes compartieron en Tandil y, mientras que Boca ahora ajusta las tuercas en Casa Amarilla, River repite búnker y hasta los lugares de entrenamiento. Claro, aquel inicio de ciclo fue muy distinto al cierre del 2013 y por eso el DT más ganador de la historia de Núñez quiere que la buena vibra se regenere en el lugar donde se empezó a gestar el subcampeonato del pasado torneo Final, un año que tuvo a River (y a Ramón, sobre todo) como indiscutible ganador del verano ya que, más allá de la derrota por penales en Mendoza, luego se quedó con el bueno disputado en Córdoba. Eso sí: de los verdugos de aquella vez, uno no está (Trezeguet) y el otro se está por ir (Mora).
El nuevo Ramón, igual, va con mesura, incluso le pide a D’Onofrio que “no se ponga ansioso” cuando le dicen que el mandamás anda ilusionado con dar la vuelta olímpica en su primer torneo como presidente. Al cabo, sabe lo que hicieron el verano pasado…
Fuente: Olé