La joven recibió un disparo en el pecho y está grave. Su novio resultó herido en un brazo.
Diego (29) se iba al otro día de vacaciones a la Costa. Así que el martes llamó a Romina y le pidió que saliera dos minutos, que se quería despedir. Estaba en la esquina de la casa, en Vélez Sarsfield y Madres de Plaza de Mayo, en Quilmes. La chica, de 21 años, avisó que volvía enseguida.
El novio la esperaba con una caja de bombones como sorpresa, pero antes de que le diera el regalo, aparecieron dos motochorros y todo terminó de manera horrorosa: Romina se puso nerviosa, los asaltantes quisieron que bajara la voz y le pegaron un tiro –la bala primero dio en su novio–, que la dejó internada en la Terapia Intensiva del hospital de esa ciudad, en grave estado.
Según relató Roxana Orlando, la mamá de Romina Ríos, la chica intentó calmar a los ladrones. “ Quédense tranquilos, les vamos a dar todo ”, les sugirió. Pero ella también estaba nerviosa “y cuando Romi se pone así le sale la voz aguda. Estos tipos pensaron que iba a gritar y les pegaron un balazo”, explicó a Clarín.
Todo ocurrió cerca de las 22.30 del martes en un barrio tranquilo de clase media, a unas 10 cuadras del centro de la ciudad. En su casa, Romina vive con su madre, su hijito de dos años, su abuela y Natalia, una de sus hermanas.
“Mamá, viene Diego a despedirse, salgo cinco minutos y vuelvo”, avisó la víctima. Al rato, Natalia oyó la voz aguda de su hermana y sospechó que algo malo pasaba. Entonces abrió la puerta de casa y fue ahí cuando escuchó el disparo.
Diego, que estaba con su propia moto, había querido poner detrás suyo a su novia y cuando intentó correrla, los asaltantes dispararon. La bala atravesó el brazo izquierdo de él (le perforó una arteria) y luego dio en el tórax de la chica.
“ Romina está grave pero estable. Puede hablar, me contó lo que le pasó.
Tiene cuatro perforaciones en los pulmones y un hematoma en el corazón. La bala quedó alojada pero me dijeron los médicos que no es peligroso por dónde está ubicada”, relató Roxana, con el bebé de su hija en brazos, y luego se lamentó: “Romina estaba buscando trabajo, espero que se recupere pronto”.
Diego también está internado en el mismo hospital, pero en sala común y fuera de peligro.
La madre, las hermanas de Romina y sus cuñados no ocultaban la indignación por cómo –cuentan– se vive en el barrio.
“Todos los días, a cualquier hora hay un robo”, comentó Edgardo, pareja de una hermana de Romina.
“Ese mismo día, el martes, habían robado en la casa de un vecino, y parece que estos motochorros antes de atacar a mi hija y a su novio habían estado siguiendo un auto. El miércoles, al otro día, también robaron acá a la vuelta. Y hace un mes le metieron un tiro al hijo de un vecino”, enumeró la mamá de Romina. “A nosotros es la primera vez que nos pasa algo, pero acá en el barrio todo el mundo sufrió un robo alguna vez ”, agregó.
Ayer, la presencia policial en el barrio era fuerte. Mientras estuvo Clarín pudo ver cuatro agentes apostados en la manzana y varios patrulleros que circularon y hasta frenaron para consultar a Orlando cómo estaba todo y cuál era el estado de salud de Romina. “Incluso anda dando vueltas Gendarmería. Pero todos aparecen ahora, hasta ayer no se veía a nadie por acá”, protestó Edgardo, quien adelantó que hoy habrá una asamblea entre los vecinos y las autoridades policiales y municipales por los hechos de inseguridad.
Fuente: Clarín