Cerrarán filas, ‘matarán’ al mensajero y quizá hasta aseguren que aquí no pasa nada, pero lo cierto es que ayer Ángel Di María pudo cavar su tumba como jugador del Real Madrid.
Las constantes pérdidas de balón del argentino acabaron con la paciencia de la afición y de su entrenador. Por ello, en el minuto 64, todavía con 0-0 en el marcador, Ancelotti decidió canbiarle por Gareth Bale, el futbolista de los 100 millones y el principio de todos los males del ‘Fideo’. Di María fue abucheado mientras se dirigía a la banda y devolvió los silbidos con un gesto hacia la hinchada del Bernabéu (o hacia Carletto) muy explícito, llevándose las manos a la entrepierna, ‘acomodándose’ sus partes al más puro ‘estilo Hugo Sánchez’.
La creencia de que el jugador desea irse no va a hacer más que acrecentarse tras este capítulo. Lo cierto es que Di María no se siente cómodo desde la llegada de Ancelotti. Ha perdido su puesto de titular en un año de Mundial y durante todo el pasado mes de diciembre se sucedieron los rumores sobre su malestar y las ganas de fichar por el Mónaco o la Juventus en el mercado de fichajes de invierno. A priori, el Real Madrid no iba a escuchar ofertas, pero tal vez ahora, divorciado el jugador de la afición, se replantee la situación. Por lo pronto, una sanción económica la tiene más que garantizada.
Fuente: Mundo Deportivo