Un relevamiento privado indica que la mayoría de las estafas son a través del robo de datos por internet.
Tres de cada cuatro empresas consultadas en la Argentina sufrieron algún tipo de fraude durante 2013, mientras crece la preocupación entre los ejecutivos de las compañías por el aumento de los delitos informáticos, como el robo de datos por internet.
Al anunciar los resultados de la «7ma Encuesta Global Anual de Fraude», la firma Kroll, especialista en prevención y mitigación de riesgos corporativos con presencia en 48 ciudades y 28 países, detalló que los casos más frecuentes a lo largo del año fueron el robo de mercaderías, de datos o información y las irregularidades con proveedores.
En el ámbito nacional, «la situación está en sintonía con los datos globales», sostuvo el director de Kroll Argentina, Matías Nahón, quien agregó que aquí «el fraude impactó al 75 por ciento de las empresas» encuestadas.
Es decir, «tres de cada cuatro» compañías «sufrió algún tipo de fraude durante 2013», dijo, e indicó que «los delitos más comunes observados fueron el robo de mercaderías (42%), robo de datos (21%) y el fraude de proveedores (45%)».
En el informe de Kroll divulgado a la prensa, Nahón puntualizó que también crecieron las consultas sobre cibercrimen, un 30%, producto del desconocimiento acerca de «las vulnerabilidades informáticas y los riesgos que podrían afectar a la empresa», remarcó el especialista.
De cara al futuro, los pronósticos y la percepción sobre este tipo de delitos resultaron bastante pesimistas en Argentina: el 92% de los empresarios del país dijo que se sentía «más vulnerable al fraude que hace 12 meses».
«Entre los disparadores más comunes de este flagelo, las compañías locales indican como más habituales a la falta de controles, fundamentalmente por parte de la alta gerencia (60%), la crisis económico-financiera (52%) y la alta rotación de personal (47%)», detalló el informe.
Nahón señaló, además, que «si bien muchas empresas argentinas apuntarán a la aplicación de estrategias de lucha contra el fraude, el 27% sostiene que el presupuesto para esta finalidad debería ser mayor».
El estudio de Kroll, en el que participaron en esta ocasión 901 altos ejecutivos del mundo, revela anualmente el nivel de fraude durante los últimos 12 meses que impactó a las compañías mundiales, regionales y locales que se desempeñan en múltiples sectores de la industria y la actividad económica.
A lo largo de 2013, «crecieron todas las categorías de fraude analizadas por el estudio», sostuvo la firma, al presentar los resultados de una encuesta de alcance mundial realizada por la consultora Economist Intelligence Unit.
En el mundo, siete de cada 10 empresas padecieron al menos un tipo de fraude (interno o externo) en el año, frente al 61% de 2012: el robo de activos y de información fueron los delitos más frecuentes, mientras crecieron el soborno y la corrupción.
En este contexto, manufacturas y servicios financieros se constituyeron en los dos rubros con mayor incidencia en los casos fraude, los que provocaron costos superiores al 4 por ciento de los ingresos en el 10% de las compañías consultadas.
El estudio de Kroll advirtió que «a nivel mundial, la corrupción y el soborno están en alza y limitan inversiones en regiones» como América Latina.
En un año en el que varias empresas se vieron conmocionadas por escándalos de corrupción de alto perfil en el planeta, «la proporción de compañías afectadas por la corrupción y el soborno aumentó del 11% al 14%».
«La corrupción es el elemento más importante para disuadir a las compañías de hacer negocios en determinados mercados como América Latina, África e India», sostuvo el informe.
«Casi la mitad (46%) de las compañías se abstuvieron de expandirse a un mercado del exterior y mencionaron la corrupción como el principal motivo. De hecho, el ingreso a mercados nuevos y más riesgosos ha aumentado la vulnerabilidad al fraude de casi una de cada tres compañías (30%)», completó el estudio.
Mdzol.com