La cotización del billete informal fue de $9,65 y el dólar turista (el oficial el 35%) avanzó hasta los $8,68. Es la distancia más corta entre ambos en todo el año. La pregunta que se hacen los economistas es si el Ejecutivo podrá sostenerlo en el verano con la mayor demanda de billetes por turismo
Este viernes la brecha entre el blue y el dólar tarjeta tocó su nivel más bajo del año.
La cotización del billete informal quedó en $9,65, mientras que la de los plásticos (oficial más un recargo del 35%) avanzó hasta los $8,68.
De esta manera, la distancia se achicó a un nivel mínimo de un 11% o, lo que es lo mismo, a apenas $1.
Cabe recordar que, en mayo pasado, la diferencia entre el blue y el dólar turista había llegado a ser del 70%.
Esta amplitud le ha traído consecuencias al Gobierno, ya que quienes viajan sienten que cuando esa brecha es amplia hacen negocio consumiendo, entonces «revientan» sus plásticos y eso se traduce en una mayor salida de dólares para el país.
Ahora las cosas lucen diferentes. Entre los motivos que han permitido acortar la distancia se encuentran:
• El fuerte avance que viene registrando el dólar oficial. Desde que Juan Carlos Fábrega asumiera la presidencia del Banco Central -el 20 de noviembre pasado- aumentó más del 7% y pasó de los $6 a los $6,43 del cierre del viernes.
• La suba del recargo, que pasó del 20% al 35%, encareciendo así al dólar turista.
• La presión bajista oficial sobre el mercado cambiario, a través de diferentes instrumentos, como la venta de títulos públicos de la cartera por parte de Anses y Banco Nación.
• La reciente autorización a volver a operar bonos en dólares, via el llamado «conta con liqui casero», mecanismo que había sido prohibido por Guillermo Moreno. Esto posibilidad de hacerse de divisas de forma legal le quitó presión al billete informal.
Los operadores consultados por iProfesional destacaron el hecho de que la demanda de dólares se mostró un poco más aplacada respecto a la de otras épocas.
«En general, vemos que se han relajado un poco las condiciones para acceder al sistema», afirmaron desde una reconocida casa de cambio de Sarmiento al 400.
¿Todo bajo control?
El Gobierno busca reducir la brecha cambiaria. En este sentido, al menos logró topear al blue por debajo de los $10 durante una semanas.
Por lo pronto, la actual brecha entre dólar turista y paralelo es del 11%, una cifra bastante tolerable y que contribuye a mantener «calmas» la ansiedad de la gente.
«Esta situación de mayor quietud es resultado del accionar del Gobierno, que reconoció que la brecha cambiaria no es inocua. Por el contratrio, tiene impacto en la economía, en las expectativas y en el humor social», afirmó el analista Federico Muñoz.
Desde la consultora Delphos Investment señalaron que «el objetivo oficial de achicarla llevó a tener que acelerar el ritmo de devaluación».
«Las recientes medidas oficiales -como la de poder operar con bonos para hacerse de divisas o que la AFIP entregue un poco más de fondos- le sacan presión al blue, porque brinda a la gente alternativas para dolarizarse. Hay que ver resultan suficientes», explicó Soledad Pérez Duhalde, economista de abeceb.
El interrogante que surge ahora, es si la reducción de la brecha entre el paralelo y el «dólar tarjeta» atenuará la salida de billetes verdes vía turismo con el paso del tiempo.
«Hasta fines de 2010, el rubro turístico era superavitario. Hoy ya no lo es. Y la salida de divisas por esta vía es mayor a la de las compras de energía a otros países», alertó Muñoz.
Por lo pronto, la percepción de que quienes viajan lo hacen a un «dólar subsidiado» se ha atenuado, ya que si se mide en términos de salarios salir del país se ha encarecido.
De hecho, tal como dio cuenta iProfesional, el costo de viajar aumentó más de un 50% este año, producto de la mayor devaluación y de la suba del recargo de AFIP. Es decir, casi el mismo porcentaje que la inflación acumulada en los últimos dos años y bastante más que las mejoras salariales.
«Esto hace que la gente ahora piense dos veces antes de decidir dónde vacacionar», recalcó Muñoz.
Objetivo: reducir la brecha
Uno de los grandes interrogantes es saber si el Ejecutivo podrá mantener esta corta distancia entre el blue y el dólar tarjeta en las próximas semanas, cuando la demanda de divisas se incremente por el período vacacional.
«Difícilmente el Gobierno pueda sostenerla. El blue va a volver a subir porque la emisión monetaria, el déficit fiscal y la inflación están en niveles muy altos», afirmó a iProfesional el economista Tomás Bulat.
En su visión, el billete informal «indefectiblemente seguirá subiendo, al compás de las otras variables que están desfasadas».
¿Y el dólar oficial? Para Bulat, el Gobierno seguirá devaluando fuerte, hasta que vea que esta mayor suba del billete verde derive en una mayor inflación. Esto le impondrá un techo.
«El dólar no es el problema de fondo, sino el índice inflacionario. Se cree que haciendo más de lo mismo se obtendrán resultados diferentes» destacó Bulat, quien cree que «el blue puede llegar a los $11 en enero».
«En las vacaciones habrá presiones alcistas por un tema estacional, si bien el Gobierno puede intervenir en el mercado de conta con liqui para moderar esas presiones», afirmó Pérez Duhalde.
Y agregó: «También hay que estar muy atentos a las paritarias -que presionarán a que el blue suba, porque habrá más liquidez- algo que impulsará a que la gente vaya al dólar».
En resumen, según Pérez Duhalde, es comprensible lo que hace el Gobierno de achicar la brecha, pero «el riesgo es muy grande, porque para eso debe acelerar el oficial y esto puede impactar en la inflación».
Por el momento, que se hayan acercado el dólar tarjeta y el blue es una buena noticia para la administración K, aunque otros temas que deberá resolver son los de reducir el índice inflacionario, bajar la emisión monetaria y el déficit fiscal, para que no se genere una fuerte presión alcista del billete informal.
Fuente: iProfesional