Cristina y el fantasma de Isabelita

La crisis producida por la falta de respuesta del gobierno nacional, encendió nuevamente los rumores que volvieron a copar los pasillos de la Gobernación con un pensamiento común: el 2011 sería el momento justo para que Daniel Scioli juegue por la presidencia. Las dudas puestas sobre las aspiraciones de Cristina Fernández, la cerrazón en su entorno político y la movida de los intendentes.

Por Mario Baudry
mariobaudry@multimedioscna.com

Mucho se ha escrito sobre la sucesión de Néstor Kirchner, y el rol que vendría a ocupar Cristina Fernández de Kirchner en su carácter de Presidenta, pero sin la figura fuerte de su militante esposo y compañero.

Muchos esperaron que se generaran los primeros movimientos políticos desde Olivos para poder avizorar hacia qué rumbo iba a encaminarse el nuevo gobierno, por cuanto todos daban por sentado que el estilo de confrontación total, tal como estaba gestado, estaba terminado. Que a partir de la desaparición de Néstor Kirchner existiría un nuevo gobierno. Lo que todos se preguntaban era si éste se iba a abrir a la sociedad o se iba a cerrar sobre sí mismo.

Desde las usinas de pensamiento del gobierno provincial no paraban de ver el fantasma de Isabel Martínez de Perón en el Gobierno nacional. Todos se preguntan: ¿qué pasará con la feroz interna desatada en el gabinete nacional?, ¿quiénes son los verdaderos asesores de la Presidenta?, ¿si ella está en condiciones de gobernar con sus propias convicciones?, ¿cómo reaccionará ante la primera crisis que tenga el Gobierno?, ¿mantendrá las banderas políticas de la gestión de Néstor Kirchner?

Estos interrogantes y muchos más retumban en los pasillos de la Gobernación y en los despachos de muchos intendentes de la Provincia, que tenían un gran acercamiento con el ejecutivo nacional; pero los hechos de los últimos días fueron contestando algunas de estas preguntas: la vuelta al FMI, la negociación con el Club de París, el acercamiento en actos públicos de lideres de la oposición.

La primera crisis que enfrentó el comando nacional con la toma del parque de Villa Soldati puso de resalto a un Gobierno sin respuesta. Su inacción produjo un grave enfrentamiento entre vecinos, de pobres contra pobres, y provocó que muchos ciudadanos tuvieran que tomar la potestad del Estado en sus manos para poder defender sus derechos. Los argentinos vimos, atónitos, por televisión las imágenes de un país que creíamos haber dejado atrás.

Mientras acontecían los hechos violentos de Villa Soldati, que se replicaban en distintos puntos de la Capital y la provincia de Buenos Aires, se produjeron nuevos nombramientos de funcionarios en el gabinete nacional, y con rumores de más cambios comenzaron a circular incluso los nombres de sus posibles reemplazantes.

Todo ello, conjuntamente con las personas de confianza que Cristina eligió para rodearse, hace suponer que el Gobierno se está cerrando en sí mismo.

Esto vuelve a cambiar los acontecimientos en la provincia de Buenos Aires, y las estrategias de propaganda política a desarrollar durante el verano por los distintos candidatos con aspiraciones a ser Gobernador o Presidente. En la Provincia saben que de seguir la Presidenta con este rumbo de gestión, su imagen se va a ver muy perjudicada, y seguramente va a caer nuevamente en las encuestas, lo que pone de resalto que Scioli cambie su estrategia de campaña para este verano y no salga a posicionarse nuevamente como Gobernador, sino buscar un posicionamiento personal pero sin nombrar en qué lugar de la grilla iría.

Al llegar la primera semana de marzo se mirarán las encuestas, y si marcan bien se lanzará como candidato presidencial, incluso en un enfrentamiento abierto con Cristina Kirchner, sabiendo que muchos barones del Conurbano lo acompañarían, aglutinando incluso a todo el peronismo opositor al Gobierno.

Además de que licuaría las aspiraciones de los candidatos de la oposición, que se encuentran más dedicados a una guerra de vanidades personales que a la construcción de una opción electoral seria y coherente distinta del peronismo.

Scioli sabe que ésta es la mejor oportunidad que tendría de ir por la Presidencia, por cuanto cuatro años más de gobierno serían muy difíciles, sobre todo porque en dos años su poder se licuaría en los hechos, por lo que no tendría reelección como Gobernador.

Desde su entorno analizan la situación en igual sentido, y todo se encaminaría en las próximas semanas a cambiar el eje de su campaña. Según dicen en su círculo íntimo, Scioli cree en su interior que es ahora o nunca.

Las próximas semanas dirán si la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner seguirá cerrando las filas de su gabinete en hombres del riñón pingüino o se decide a gobernar con todo el peronismo dentro del Gobierno. Este simple hecho va a condicionar su futuro político, si es que decide postularse a una nueva candidatura presidencial, cuestión que en el interior de los despachos de la Provincia muchos ponen en duda. Y mientras tanto en la Provincia se encaminan a una carrera por la Presidencia.
Fuente: La Tecla