¿QUE SUCEDIO EN CORDOBA?

Según mis propios chequeos de credibilidad, para no hablar por boca de otros, el reciente «Cordobazo», tuvo ribetes, mas o menos similares a su antecedente remoto del 29 de mayo de 1969, porque aquel estuvo direccionado a «debilitar» al entonces Presidente Ongania, como el de ahora, a la actual mandataria.
Distintos génesis, pero con idénticas motivaciones de «desgaste».
En ese entonces, se le atribuían a la «morsa», sus coqueteos con Vandor y el sindicalismo peronista, que pregonaban que los votos peronistas eran patrimonio de la CGT y no de Perón.
Un años después, para medir fuerzas con el «cano» Lanusse, que comandaba el Ejercito, el Presidente por la mano ejecutora de Imaz, ordeno el secuestro de Aramburu, por medio de agentes civiles del Batallón de Inteligencia 601, comandados por Firmenich, Vaca Narvaja y Abal Medina (tío del «cocainómano» que prontamente nos representara ante el gobierno de Chile.
Las cosas salieron bastante mal, porque inmediatamente después de la captura del anciano General, lo sorprendió un infarto masivo de miocardio y pereció en la Guardia del Hospital Militar Central de Palermo.
La resultante fue la instantánea baja presidencial, aunque como todo se reducía al circulo áulico de la «trenza» de la Caballería, le otorgaron a Ongania, 24 horas, para que abandonase la Quinta de Olivos.
Pero ello nada contiene de sustantivo.
Sin embargo hay algo que efectivamente lo tiene y es «el bautismo de Fuego de los Montoneros».
Que fue ficto e inexistente, ya que el presunto fusilamiento en Timote, en la estancia de la familia Ramus, fue todo un embuste.
Pergeñaron estos antisociales, la parodia de «ejecutar a un cadáver».
Así de burda fue la patraña, urdida por el Coronel Miori Pereira, a la sazón, estrecho colaborador del Ministro del Interior de Ongania.
Quien les facilito a estos «imberbes», los uniformes, los automóviles y una ruta alternativa de escape.
Con el plan abortado, los Militares del gobierno, revieron su estrategia y cambiaron las ordenes impartidas, convirtiéndose en los perseguidores de sus antiguos asociados.
Resultas de lo cual, Ramus y Abal Medina, fueron abatidos por la policía y el resto pudo ponerse a cubierto, a su propia suerte.
Pero como me sucede muchas veces, el teclado se me desvía y me aleja del propósito de esta entrega.
El reciente «episodio» cordobés, tiene como generalmente sucede en este tablero de ajedrez político en el que juegan de continuo, los mismos descerebrados de siempre, varios tributarios, a saber.
Por un lado, el acuartelamiento preanunciado de los cuadros de la mediterránea policía, denota un peligroso conato de anarquía entre las Jefaturas y los presuntos subordinados, por el «reparto» de la utilidades del narcotráfico institucionalizado, reservado hasta ahora, solo para las cúpulas.
Y por el otro, Capitanich, Berni y Zannini, en esta pulseada, le «pasaron el soplo» a De la Sota, que el también tiene que «valijear» a Buenos Aires, una porción de su cuota parte de ese mismo rubro, como lo hace el resto de los gobernadores, menos díscolos y mas obedientes, que este «quincho con patas».
Si el ajuste fue, que miles de honestos comerciantes, perdieron lo poco o nada que tenían, no integra la prioridad gubernamental ni provincial ni nacional.
Para graficar mas precisión, De la Sota se marcho deliberadamente a Colombia, para aceitar mas aun, los lazos con los carteles de las Farc, para eludir el compromiso de girar a los K, diez millones de dólares, que adeudaba, por la «participación federal de la Falopa».
Y desde el Caribe, monitoreo expresamente, cual seria la reacción de los «Capos» aquí en Buenos Aires, a las represalias, por el «retardo».
Si resultaba demasiado destemplada como en realidad lo fue, pues entonces pagaría y así lo hizo, ayer al mediodía, utilizando de «valijero» a su adlater Schiaretti, quien «hizo cable» desde la cuenta del gobernador en la sucursal de Amberes del Banco Wachovia.
Calmados los ánimos, luego de la comprobación del efectivo pago, las relaciones, aunque un tanto deshilachadas, han vuelto a la normalidad.
Empero, esta suerte de «ajuste de cuentas financiero», abrió inexorablemente una delicada brecha, porque Bonfatti, que es otro «rebelde», a la hora de cumplir sus compromisos de «remesar», es probable que enfrente idéntica suerte que su par cordobés.
Aunque, a diferencia del anterior, esta alegando a los «Barones de Balcarce 50», que tuvo imprevistos aumentos en sus desembolsos de campaña, para reposicionar al «acosador sexual serial» de Binner.
Y además porque se ufana de haber «cepillado» a Rossi & Obeid; el primero dador de trescientos cheques sin fondos y el segundo, otro «violín» con prontuario judicial como tal.
En resumen, esta colusión dolosa, que gobierna a todas las Fuerzas de Seguridad, de todas las provincias por igual, se incrementara como la de Córdoba en algunos casos. 
En otros, la temprana trilogía «narco conciliadora» entre gobernadores Jefes y Tropa, evitara nuevos alzamientos, y la corteza de este ciclópeo árbol de iniquidades, podrá descascararse, pero el agusanamiento interior, a estas alturas e indetenible.
Ante este luctuoso escenario, asociativo a un descontrol social cada día mas inclemente y también inexorable, saludable seria meditar acerca de
QUIEN CAVE UNA FOSA ALGUN DIA HALLARA REPOSO.
Atentamente Carlos Belgrano.-