La nafta subió más del 30% en el año y la premium ya se acerca a los $10 el litro

NAFTAS
El incremento no se detiene y cada vez golpea más el bolsillo de la gente. La «culpa», como en otros sectores, también la tiene el dólar.
El incremento del precio de las naftas en lo que va de 2013 ha sido continuo y acelerado, lo que significa un duro golpe al bolsillo de la gente.
En algunos establecimientos del conurbano bonaerense, donde las bocas de expendio suelen tener precios más caros que en la Capital Federal pero por debajo del resto del país, la nafta premium alcanzó la barrera psicológica de los 10 pesos el litro.
El cartel de una estación Esso (pertenece a Axion) de Ituzaingó, ubicada en la avenida Juan Perón, muestra que la 8000, la nafta más selecta de la compañía, cuesta $ 9,999. A media cuadra, su competidora con la bandera YPF vende la Fangio a $9,699.
Aunque la empresa estatizada tiene en promedio los combustibles más baratos del país, aplicó en el año un fuerte ajuste, que fue replicado por el resto de las marcas.
De acuerdo con números oficiales, el litro de nafta súper de la compañía costaba en enero en una gran cantidad de estaciones de servicio de Capital Federal $6,349. El mes pasado, el último del cual hay registros oficiales, se ubicó a $ 8,340; es decir, un 24% más. Un camino más empinado siguió la premium, que cuesta $9,290 y acumula una suba de un 33% (en enero el litro valía 6,989 pesos).
El encarecimiento de los combustibles puso en un brete a la tecnología. En poco tiempo más, los surtidores no podrán mostrar los valores de las naftas y el gasoil con tres decimales, como ocurre ahora. El motivo: las máquinas expendedoras están preparadas para mostrar sólo cuatro dígitos, según explica La Nación.
De manera que cuando el litro sobrepase los $ 10, tendrán que dedicarle una nueva cifra al entero y restársela a los que están a la derecha de la coma.
El tema, que es más una evidencia del encarecimiento de los combustibles que un problema concreto para las estaciones y las petroleras, disparó diversas conversaciones, planteos y dudas entre Rosario Sica, la presidenta de la Fecra (reúne a bocas de expendio de todo el país) y funcionarios de la Secretaría de Energía, que no pudieron responder concretamente a todas sus preguntas. Y algunas petroleras comenzaron a preparar el terreno: hoy sólo usan dos decimales para no aplicar el cambio cuando su precio se exprese en dos números enteros.
Aunque en términos nominales el incremento de precios obliga a destinar más billetes para llenar el tanque, las petroleras -además de YPF y Esso, entre las principales se encuentran Shell, Oil y Petrobras- dicen que no se llevan una tajada más suculenta.
La culpa, como casi con todas las variables importantes de la macroeconomía, la tiene el dólar. Mejor dicho: los efectos de su cotización sobre sus precios.
La compraventa de petróleo local, principal insumo para la producción de combustibles, se hace en dólares, y la de combustibles, en pesos. Por eso en los despachos de las petroleras radicadas en el país tienen en mente la devaluación del peso con tanta o más precisión que un especialista en finanzas.
En noviembre, en términos anualizados, fue del 58%, equivalente a 3,9% mensual, mientras que en los primeros ocho días hábiles de diciembre esos números fueron 98% y 5,6% en cada caso.
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