Califican de «aberrante» la condena que recibieron el jueves tres extrabajadores petroleros de Las Heras, llevados a cadena perpétua tras una lucha que llevó adelante el pueblo por las condiciones de trabajo y la muerte de un policía en ese contexto.
Según los abogados de la causa y las organizaciones sociales que intervinieron, la causa esta viciada y tiene pruebas y testigos nulos; «Sólo hubo un testigo de apellido Rosales que dijo que su declaración que incriminaba a uno de los condenados había sido realizada bajo apremios ilegales» dijo la doctora Claudia Ferrero, miembro de la Asociación de Profesionales en Lucha y letrada de los condenados. «No hubo ninguna prueba. Este juicio es totalmente irregular. Es una clara entrega de la corporación judicial para calmar los ánimos de la policía en Santa Cruz, es una ofrenda a la policía. Apelaremos la sentencia por todos los vicios que anulan el proceso».
Los extrabajadores petroleros condenados fueron: Ramón Inocencio Cortez, José Rosales y Hugo González. Mientras que Pablo Mansilla, Carlos Mansilla, Daniel Aguilar, Néstor Aguilar y Ruben Bach fueron condenaron a cinco años de prisión por coacción agravada.
Cortez declaró a los medios y dijo: “Nos dieron cadena perpetua. Somos inocentes. Es una vergüenza. ¿Cómo se llena la boca la presidenta con los derechos humanos cuando se condena en su provincia a trabajadores por una movida política? Quieren que estemos presos para que nadie más se anime a salir a pelear por sus derechos. Le pedimos a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), al Frente de Izquierda, a todas la organizaciones que salgan a pedir un paro nacional. Nos quedan pocos días de libertad y nos van a encerrar sin ninguna prueba de nada”.
La muerte del policía Sayago no fue aclarada en este proceso judicial. Por el contrario, se condena a trabajadores a prisión por haber realizado una gran huelga contra el impuesto al salario y la tercerización en el norte de la provincia de Santa Cruz, cuando era gobernada desde la Casa Rosada por los Kirchner.
La gran huelga en el sur y los enfrentamientos
Hace casi siete años Las Heras ardía. Había sido escenario de intensas protestas sindicales de los trabajadores petroleros ante las falsas promesas de Repsol-YPF, al tiempo que sus calles se llenaban de uniformados. EL gobierno nacional mandó a militarizar el pueblo con Gendarmería.
El paro y los piquetes iban por la tercera semana cuando su vocero Mario Navarro fue encarcelado, capturado en una emiora radial.
Sus compañeros acudieron a la alcaidía a pedir que lo liberaran y la policía intentó que se fueran. Primero con palabras, luego con tiros al aire y por último con disparos al piso que rebotaron e hirieron a una concejal.
Todo esto generó una pueblada. Miles de personas en solidaridad con los trabajadores se enfrentaron a la policía, y allí fue que, además de cientos de heridos, falleció el sub inspector policial Jorge Sayago, con traumatismo de cráneo y un tiro en el hombro calibre 22. Fue el 7 de Febrero del 2006.
Tras el violento escenario la policía de la provincia realizó allanamientos 72 horas después del crimen, estos estuvieron impregnados por «abuso de autoridad», y maltratos físicos y psiquicos a los pobladores, según denunciaron los familiares de los detenidos y distintas organizaciones de Derechos Humanos. Esto la Justicia no lo ha investigado todavía.
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