Rostros. Viviana Vitali (41) mira una computadora donde se ve una foto de su ex, Rodolfo Bomparola. Por temor, pidió no .
Por segundo día consecutivo, Viviana Vitali -la ex pareja de Rodolfo Bomparola, acusado de integrar una banda de narcos que les vendía drogas a varios miembros de la farándula- estaba invitada en Intratables. No porque fuera un personaje muy interesante, sino por todo lo contrario: el día anterior, el minuto a minuto priorizó otro tema y recién le dieron el micrófono al final, le hicieron un par de preguntas para quedar bien, y la despidieron con el consabido “volvés mañana, ¿no?”.
Anoche estuvo invitado el periodista Lucho Avilés para hablar de Carlos Fort, el padre de Ricardo, de quien fue amigo. Y volvió a estar Vitali, aunque esta vez le hicieron lugar y la sentaron más temprano en el banquito de los invitados. Paulo Vilouta la presentó y los panelistas se amontonaron para las preguntas, pero fue Avilés, con entonación de viejo experimentado, quien abrió el cuestionario con una pregunta que definió el rumbo: “Vos decís que Bomparola además de traficar, consumía drogas. Pero vos también consumías.”
Con esa pregunta, la entrevista a Vitali empezó a girar en falso. Ausente Santiago del Moro, cuya solvencia como conductor seguramente habría encausado la charla hacia el tema que realmente importaba, Vilouta fue incapaz de poner orden y Vitali se vio obligada a justificarse, como si el consumo de drogas fuera lo mismo que la adicción o que el tráfico. “Sí, pero no era adicta, yo consumía cada quince días, cuando lo veía a él”, trató de explicar.
Pronto fue interrumpida por los panelistas. “Vos pudiste salir de la droga, pero estamos en televisión y es importante dar el mensaje de que es muy difícil salir”, dijo María Julia Oliván. “¿Tu pareja te obligaba a consumir?”, preguntó Silvia Fernández Barrio. Todos acribillaban a preguntas a Vitali, todos pontificaban contra el consumo de drogas, pero no la escuchaban y mucho menos volvían al eje del caso policial, un caso que al menos en los papeles resulta ideal para los programas de chimentos.
Y el caso es este: una banda de narcos VIP que les vendían cocaína a los famosos, uno de cuyos integrantes es hermano de una reconocida diseñadora de la alta sociedad, entre cuyos clientes supuestamente estaban Roger Waters y Jazmín De Grazia, y una lista de otros clientes que se dice que anda dando vueltas y no se dio a conocer. Y sin embargo, la televisión todavía no le encontró la vuelta.
A la tarde, en Implacables, habían tratado el tema con bastante bochorno invitando al periodista Jorge Pizarro que simuló conocer la lista de famosos consumidores. Una placa que decía “una famosa actriz”, una silueta dibujada de mujer, y Pizarro diciendo “se dice que hay una actriz, con reconocidos problemas con las drogas”. Es decir: la nada misma.
Y esa noche, en Intratables, con la presencia de Vitali, tampoco se le pudo sacar el jugo. Hasta que al final Analía Franchín hizo una pregunta: “Si vos decís que te enteraste de que tu pareja era traficante una semana antes de hacer la denuncia, ¿cómo puede ser que te haya dicho que Jazmín De Grazia consumía de la de él, si ella murió hace más de un año?”. Vitali ensayó una respuesta poco convincente y Vilouta, con el final del programa encima, tuvo que decir “bueno, pero eso es para otro programa”. Y así la oportunidad de lograr una nota interesante se esfumó entre las placas de canje.
Clarin.com